BAD LUCK - SEUNGCHAN / CHANMIN (adaptación)

Capítulo doce

Luego del tema del beso y el extraño comienzo de una relación que ambos desconocían, ninguno se había dado cuenta que lo suyo había cambiado.

Estaban en un punto sin retorno, aunque aún no lo sabían.

El fin de semana largo, en el que Christopher no tuvo que asistir a la universidad y pasó todo el día con Seungmin, quien se había vuelto un gatito más mimoso y alegre que antes, ronroneaba más fuerte y había vuelto a jugar con una pelota con cascabeles que Christopher encontró detrás de un mueble, el pelinegro siempre reía al ver a su gatito correr hacia la sonora pelotita por toda la casa.

El fin de semana largo terminó, por lo que Christopher debía regresar a su rutina de llevar a Seungmin a la casa de Hyunjin para que él se quedara con los híbridos mientras él pasaba la mañana en la universidad.

Seungmin solía cambiar a su forma gatuna para ir a la casa del extraño amigo de su dueño, aunque esta vez se negó a hacerlo.

Con un suspiro de derrota, Christopher buscó un gorro para esconder las orejitas sobre su cabeza, luego Seungmin se ruborizó cuando el chico lo rodeó para acomodar su cola dentro de sus pantalones, mordiendo su labio con fuerza.

Su cola era muy sensible y se sintió extrañamente acalorado por ese gesto.

El tráfico de híbridos era y es una realidad grave, por más que no solía pasar en la parte de la ciudad donde ambos vivían, el pelinegro prefería prevenir que lamentar.

Antes de salir, Christopher tomó su mano, y caminaron así las dos cuadras que separaban el departamento de Bang con la casa de Hyunjin.

Como siempre, el sonriente chico los recibió con todo su buen humor mañanero, distinto al de Christopher, quien le alteraba un poco que su amigo hablará de una forma tan aguda cuando estaba alegre.

Christopher ni cruzó el umbral de la puerta, debía volver al departamento para buscar sus cosas y así poder irse, apenas le dedicó un saludo que sonó cansado y se volteó dispuesto a regresar.

Pero el tirón en su mano lo hizo voltear.

Entonces vio a Seungmin con sus lindos y rasgados ojitos, casi suplicantes, un pequeño puchero en sus labios, el minino sostenía su mano, con sus dedos entrelazados, sin dejarlo escapar.

Christopher se sorprendió y abrió más sus ojos, sin saber muy bien qué hacer, miró a Hyunjin, detrás de Seungmin, quien tenía una sonrisa enorme en el rostro.

El gatito notó que su humano era muy lento y no se había dado cuenta de lo que quería, así que se acercó a él para abrazarlo un momento, escondiendo su rostro en el cuello del castaño.

Christopher seguía mirándolo con sorpresa, comprendiendo que su gatito quería unos mimos de despedida, devolvió el abrazo, acariciando su cabeza.

Notó a Hyunjin, un poco más atrás, dando saltitos de emoción.

Chris rodó los ojos.

Seungmin se frotó levemente en el cuello del pelinegro antes de apartarse un poco, mirando los ojos de su dueño, que sonreían ligeramente.

Importarle nada, el gatito acercó sus labios a los de Christopher, besando con calma.

En esos días a solas habían practicado los besos bastante, y a pesar de que Seungmin nunca podría ganarle a su humano en sus batallas de lenguas, tenía suficiente confianza para comenzar un ritmo lento, o seguir algo más apasionado.

Christopher dejó que su gatito lo besara con lentitud, acariciando un poco la mejilla del híbrido mientras lo acompañaba en tiernos movimientos.

Se separaron con lentitud, mirándose con una sonrisa en sus rostros.

— ¡La puta madre!

El grito de Hyunjin hizo a Seungmin saltar del susto, sintió su cola erizarse bajo sus pantalones.

— ¡Son tan tiernos y tan bonitos y-!

— Cállate de una vez— soltó Christopher, en tono brusco, se separó de Seungmin y se fue a paso apresurado.

Seungmin no pudo evitar sentirse un poco mal, se mordió el labio con pena, sintiendo que había hecho mal.

Él sólo quería un beso de despedida.

—Vamos, pequeño— las manos de Hyunjin sobre sus hombros lo hicieron alzar la vista del suelo—. Entra, hace frío.