Bᴏʏ Iɴ Lᴜᴠ 𝕀𝕀 ⃟Kᴏᴏᴋᴠ

⃝⃕Úɴɪᴄᴏ

Jungkook observó maravillado la hermosa cosita que estaba al otro lado de la habitación, sus cabellos castaños  caían por sus ojitos, el felino bebé estaba en la cocina, sus padres le había llevado a visitar a la familia que tenía a su cría recién nacida con ellos, el alfa de la manada le daba la bienvenida a un nuevo miembro.

El pequeño bebé era sumamente tierno, sus mejillas regordetas pintadas de un rosado tan leve que parecía que le habían maquillado, esa había sido la primera vez que Jungkook se encontraba con el hermoso omega, su aroma a panqueques de fresa le encantó en el primer momento que lo olfateó.

Ese lindo omega era suyo...

Algo así le dijo su alfa conejo, el niño de apenas unos años entendió un poco más de su sentir cuando llegó a los seis años. Jeon estaba loquito por el gatito, ese hermoso felino que le jalaba de sus orejas cuando jugaban.

Pasar una infancia con el omega que era  su gran amor parecía ser perfecto, eso hasta que cuando llegaron a sus ocho años las cosas no mejoraban. Jungkook tenía una clara atracción extraña con el felino que le llevaba unos meses de edad, su padre no estaba tan seguro de que fuera algo bueno el extraño apego que empezaba a tener con él. Porque a sus diez años no dejaba de pegarse el gatito, lo que llegaba a ser molesto para él dado que su naturaleza no era ser tan cariñoso.

Por eso cada vez que Taehyung se descuidaba y miraba hacia atrás, se daba cuenta de que Jungkook ya le estaba siguiendo muy de cerca y con cada oportunidad se pegaba como una pulga a su cuerpo. El conejo hijo del alfa de la manada quería a Kim Taehyung como su pareja, sin embargo él no estaba muy convencido de que eso fuera bueno o incluso llegase a pasar.

Su padre de Jungkook era un conejo que había tomado el poder de la manada años atrás, cuando había tomado al hijo del anterior alfa y vencido al alfa más fuerte, así que sí, Jeon Jungkook era el segundo conejo en toda la manada de gatos ashera y el futuro alfa, porque todos los demás hijos del alfa eran omegas gatos que amaban perseguir sus colas antes que perseguir a alguien más.

Taehyung era el blanco perfecto y favorito para Jeon, cualquier omega se sentiría halagado de ser el favorito del futuro alfa, sin embargo muchos no sabían lo que conllevaba eso.

Como el hecho de que tenía que aguantar que el alfa le abrazara, de niños no era la gran cosa, pero conforme iban creciendo y las cosas se abrían a los ojos de ambos, las situaciones incómodas eran más.

Como cuando de niños Jungkook amaba abrazarle, jugar con él como los cachorros que eran e incluso se dejaba corretear por el bosque y jugaban al gato y el ratón (que en realidad era un conejo). Jeon amaba estar detrás de Taehyung incluso cuando no estaba jugando con él y muchas veces la mamá del conejo tenía que ir detrás de él porque su cría se colaba por la casa de los Kim todas las noches, su pequeño amaba estar jugando con la cola del castaño y al inicio al felino no le molestaba. Las cosas cambiaron de gran manera cuando en la pequeña escuela de la manada la maestra les estaba enseñando educación sexual y las historias antiguas de su origen.

Jungkook tenía diez años cuando intento besar por primera vez la mejilla de Taehyung, al inicio al menor no le interesó para nada, sólo eran leves roces en sus pómulos, que muchas veces eran acompañados de caramelo recién comido por el alfa o de baba dado que el menor se mojaba los labios antes de besarle; para él era sumamente tierno eso. Hasta que los demás niños empezaron a crear burlas que eran incómodas para Taehyung.

Como en todo lugar los demás no entendían la extraña conexión que Jungkook tenía con el lindo omega gatuno, por eso mismo sólo gustaban de molestarles cuando Jeon tomaba la mano de Taehyung o le abrazaba, cuando pegaba sus labios a sus mejillas y muchas veces intentaba llegar a ser más empalagoso como le decía su mamá que no lo fuera. Pues le explicaba que Kim podría sentirse incómodo a lo largo de sus caricias y vaya que tuvo razón.