Amnesia (Shin Soukoku)

Noche 2

Ya era el segundo día de su misión, y nuevamente, la noche había caído en un santiamén, por suerte en el transcurso del día el azabache pudo obtener más información sobre su objetivo, aún si seguía distraído, pero a diferencia del día anterior, la razón de su distracción no era lo ocurrido con cierto suicida, si no, que era el sueño que había tenido sobre "Jinko", ya que en todo el día no pudo parar de pensar en el, y aunque él no lo había notado, cada que pensaba en el albino sus pálidas mejillas se teñian de un leve color rojo.

Al entrar a su habitación volvió a caer dormido para nuevamente tener un sueño relacionado con Atsushi, uno donde el y el albino se encontraban en una misión:

-¡Ryū, espera!- decía el albino algo irritado mientras aceleraba el paso para poder alcanzar al mafioso.

-Si no quieres perderte será mejor que camines mas rápido gatito- dijo el de ojos grisáceos en un tono burlón.

-¡Soy un tigre no un gato!.

-Es lo mismo.

-No es lo mismo.

-Si lo es.

-Que no

-Que sii

-Eres imposible Ryu- dijo Atsushi en un puchero.

Ante esto Ryūnosuke solo liberó una leve pero para Atsushi notoria sonrisa victoriosa.

Luego de un rato de estar caminando la pareja cayó en una emboscada del enemigo.

Ya llevaban un rato luchando contra algunos hombres con solo armas y otros con habilidades, cuando ya estaban acabando apareció un usuario con un poder bastante peligroso.

- ¡Bloody Crystal!- grito en hombre convirtiendo la sangre que había en el suelo en filosos cristales que atravesaron al de ojos hetero cromáticos.

- ATSUSHI- exclamó Akutagawa para aproximarse rápidamente hacía el nombrado.

En ese momento el azabache se había asustado tanto que había olvidado por completo la regeneración del tigre, así que en un movimiento apresurado acabó con los enemigos que le bloqueaban el camino y salió con un rayo del lugar.

Luego de unos momentos se sintió como un verdadero estúpido al ver cómo Atsushi ya estaba totalmente recuperado y riéndose a carcajadas de la acción del mayor.

- Eres un idiota Ryū- decía el albino entre risas.

- ¡Cierra la boca si no quieres que te atraviese con Rashoumon!

- Perdón, perdón- exclamó él detective mientras se secaba las lágrimas que le habían salido por haberse reído tanto.

Mientras tanto Akutagawa se le había quedado viendo al menor, la luz de la luna iluminaba el rostro de este, parecía que brillaba, era lo más hermoso que el azabache había visto.

El menor notó la mirada del mafioso, por lo que le quedó viendo unos segundos para luego regalarle una dulce sonrisa...

El perro de la mafia volvía a levantarse se un salto de su cama, esta vez no estaba tan agitado como la noche anterior, aún así, estaba muy sudado, lo cual lo hizo toser, ya que tenía la ventana de la habitación abierta por lo que el viento frío de la noche le había pegado directamente.

- ¿Que me está pasando?- preguntó el azabache al notar como un calor inundaba su mejillas haciéndolas teñirse de un color rojo muy intenso, casi tanto como la sangre de sus víctimas.

Llevaba un rato pensando que significaban los sueños que tenía, y por qué luego de experimentarlos se sentía diferente sobre el albino, fue cuando una idea se la paso por la mente...¿Y si estos sueños son los recuerdos que había perdido?

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