dos

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Amaba mucho a su novio, lo amaba de pies a cabeza, cada parte de el era como un tesoro. Últimamente le pedía una cosa que nunca pensó escuchar. “Quiero un tatuaje".

Una de las cualidades de su amado era su piel pálida y tan limpia, desde que lo vio creyó que era un gran lienzo que no se debía de tocar, como un muñeco de cerámica que estaba intacto.

— ¿Por qué no me quieres tatuar? Yo quiero un Tatuaje, aunque sea uno pequeño — decía su novio mientras renegaba.

— No lo haré, tu piel es muy bonita así, no tienes porque marcharte con un tatuaje.

— ¡Pero tu piel también es bonita y tienes muchos tatuajes! Yo también quiero uno, haces dibujos muy bonitos, por favor

— No, y mi respuesta seguirá siendo no

— Pero Kookie...

— Te dije que no

Quiero un Tatuaje || kookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora