No me mires así.「KᴏᴋᴜKᴀɪ」

✰┇I/II.

Desde que se había convertido en la sexta Luna Superior, Kaigaku desarrollo una pequeña protección hacia su hermano adoptivo. Todo esto luego de reemplazar a Gyutaro y a Daki.
No recordaba muy bien, pero en sus vagos recuerdos había maltratado a su rubio hermano cuando era un humano.

Lo observaba entre las sombras con aquel improvisado equipo y peculiares amigos; el chico jabalí, Inosuke. El rayo de sol, Tanjiro y aquella extraña chica demonio, Nezuko. Reía escondido gracias a las ocurrencias que tenía su hermano, cómo intentaba ligar con chicas sabiendo que eso no era lo suyo. Era vigilado, estando en supervisión, constantemente por la primera Luna Superior; Kokushibou.
¿Por qué él?. Al ser uno de los demonios más fuertes debería estar ocupado de otras cosas no encargándose de él. Estaba algo fastidiado de que lo estuviera cuidando como una niñera, pero eran órdenes de su maestro y por desgracia, no podían quejarse.

Oculto entre las sombras, se encontraba junto a Kokushibou. Hace ya unos días que su maestro, Muzan le indico que lo entrenara, que fuera su maestro. Kaigaku veía a su hermano pelear con aquel hombre que según le dijeron unas Lunas y otro demonios que era el Pilar del Sonido, el pilar que había asesinado a la anterior Luna Superior seis.

Odiaba a ese tipo con todas las letras. Según le dijeron estaba casado, ¡Tres esposas!, y cada que podía acechaba a su hermano como si fuera una pobre damisela. Su paciencia llegó al límite aquel día, el imbécil había atrapado a su hermano llevándolo a un lugar retirado comenzando a besarlo. Una vena sobresalió en su frente, sostuvo el mango de su katana a punto de salir de su escondite para así, asesinar a ese imbécil de tan atractivo físico.

Una mano sobre su hombro lo detuvo. Kokushibou apretó el agarre evitando que saliera de las sombras.

— Kaigaku... —Murmuró con su típico semblante serio.

— ¡Se quiere pasar de listo con mi hermano, se está pasando de listo con él!. —Frunció el ceño— ¡¿Qué carajos se cree?!. —Soltó el mango de la katana apretando los puños.

Hizo un movimiento brusco para que su mayor lo soltará, pero este lo agarro mejor dándole media vuelta pegandolo a un árbol mientras le habia un buen agarre con las manos en la espalda.

— ¡Con un demo-... Kokushibou suéltame, coño!. —Grito al más alto enojado, removiendo su cuerpo para así intentar liberarse solo recibió que apretara más el agarre.

Siempre lo había tratado de aquella manera, sin ningún tipo de respeto de su parte a pesar de ser la primera Luna Superior. Las demás Lunas y otros demonios le sugirieron tratarlo con un poco más de respeto. Hizo caso omiso, no era que tuviera algo en su contra, no, tan solo ese era su carácter. Lo apreso con más fuerza contra el árbol, apoyando su mano libre contra la madera viendo como se retorcía más que enojado.

— Quiero que le bajes cuatro a tu mal genio. Me importa un bledo que ese niño sea tu hermano o no se que carajos, ¿Me oyes?. —Hablo seriamente y con voz fría— Soy tu superior, así que te sugiero que me des el respeto que me merezco. —Termino de decirle, pero sin soltarlo.

No lo soltaba y se estaba enfadando, pero su enfado fue mas fuerte al escuchar posibles sonidos obscenos que salían de la boca de Zenitsu. Maldito mujeriego que se aprovechaba de su hermano. Se dio por vencido, Kokushibou era mas fuerte que el, se calmó soltando un suspiro relajando, asi, su cuerpo. Lo soltó y subió a una de las ramas bajo de alguno de los grandes árboles observando desde lo alto al mas bajo.

Observo sus muñecas, marcadas por la fuerza que el mayor había ejercido en él hace unos minutos. Se sentó en el suelo recostando su espalda en un árbol soltando un suspiro ladeando su cabeza con la mirada perdida en un punto fijo sin mucha importancia.