¿Cara bonita? ¿Rubia engreída? ¿Bully?
Sí, esa es Leyla.
Una chica que estaba consciente de todos sus errores, tanto del pasado como los del presente. Sabía que en algún momento tenía que afrontar las consecuencias, pero... no esperaba que las enfre...
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«El último día de clases.»
Supongo que siempre tendremos que decir adiós.
Todos estábamos sentados en grupo, tal como el primer día de clases. A excepción que ahora mi grupo de amigos eran Stefany y Axel.
Greyann, al ser el profesor más joven y el más cercano a nosotros, estaba sentado conversando entre grupos.
Acerca de mi relación con Axel, se mantenía igual. Por ahora, no habíamos tenido tiempo para charlar. Desde que lo conocí, siempre intentó complacer a mi madre. Lo cual, fue algo que siempre odié de él: Cuando intentó besarme, cuando le iba a contar a mis padres sobre aquel «beso» inexistente, su trato y las flores que me daba cuando mi madre estaba presente.
Precisamente, esa actitud me ha jodido bastante. Ahora tiene novia, tiene que aprender a respetarla.
Es ella o un tonto acuerdo. Y si tiene dudas en elegir a Stefany, creo que tenemos un problema.
—Ustedes están distantes ¿están bien? —preguntó Teffy. Axel y yo nos miramos —. Siempre están peleándose, no es normal verlos así.
Axel se rascó la cabeza.
Decidí no decir nada al respecto, lo mejor era seguir disfrutando de la última vez que estaré en estas cuatro paredes de la preparatoria. Un lugar, donde nacieron y terminaron amistades, experiencias y aprendizajes. Puede que todo el año, por la presión y el estrés, me hayan hecho desear con todas mis fuerzas, que el colegio se acabe, pero cuando llegó el momento, el temor me invade.
Una nueva etapa.
Un nuevo comienzo.
La incertidumbre de no saber qué te espera es lo más aterrador.
—Eres una amiga que aprecio mucho, Ley, por eso es que tomé esa decisión tan precipitada. Era la única manera en la que los dos podríamos ser felices —comentó Axel, mientras salíamos de la escuela. Todos estaban desordenados y corriendo por salir del colegio, a pesar de que los profesores insistían en mantener el orden, pero nadie puede con la desesperación de un alumno por salir cuando es el último día de clases —. Tú porque te quedaste con tu padre y yo porque hago feliz a mi madre.
—Ya te he dicho que no debes hacer todo por complacer a los demás. ¿Y qué hay de Stefany? ¿No te cuestionaste su felicidad?
—Mira, solo quiero decirte que solo le dije eso a tu madre para que te... nos deje en paz. No hay que cumplirlo si no quieres —afirmó, con sus manos encima de mis hombros.
—Axel, ¿por qué querría cumplir ese acuerdo?
—Tanto has cambiado —afirmó, pasando sus brazos alrededor de mi cuello.
—Algo bueno tuve que haber aprendido en esta preparatoria. —Sonreí.
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