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Miro la cazadora encima de mi cama por largos minutos.
Vuelvo a tomarla entre mis manos y la analizo una vez más.
Llevé la cazadora a mi nariz y pude sentir un aroma suave, dulce y bastante agradable.

—En serio. ¿Que estoy haciendo? —me pregunto y niego.
Me levanto de la cama y cojo la cazadora doblandola y poniendola en el borde de la cama.

Han pasado como tres días desde la última vez que vi a Jungkook. Y siendo sincera, le estoy dando demasiada importancia a eso. ¿Por qué tengo que preocuparme, y tengo que pensar en si le pasó algo o no?.
La última vez fue ese día que me dejó en casa luego de la pequeña reunión que hubo en casa de Jennie.
Y al menos sé que está vivo porque me tomé el atrevimiento de preguntarle a Hoseok disimuladamente. No me dijo nada en específico, solo me dijo que estaba bien y ocupado. No se me ocurre en que podría estar ocupado. Ni siquiera sabía si tenía algún trabajo por el pueblo.
Pero ciertamente lo dudaba porque no lo había visto.

—Buen día —entro a la cocina.

—Buen día —mi mamá y la abuela responder a coro.

Mi madre preparando el desayuno, y mi abuela sentada en una de las sillas frente a la mesa.
—¿Dormiste bien? —me pregunta la abuela una vez que me siento a su lado.

—Muy bien —le sonreí.
Y era cierto.
Exceptuando el hecho de Jungkook, todo iba bien. También, con respecto a ese "lobo" que encontraba viendo hacia mi ventana todas las noches.

En estos días ni siquiera sé si ha estado ya que he dormido la noche completa y no tengo ni idea. Pero bueno...necesitaba paz con respecto a ese asunto. Aún no entendía muy bien porque ese lobo aparecía todas las noches y estaba en la misma dirección.
Que era justamente, mirando hacia mi ventana.

—Yo fregaré —digo levantandome y tomando las cosas usadas en el desayuno para irlas llevado de poco a poco al fregadero.

—¿Vas a ir a la cafetería? —me pregunta mamá.

—Sí. Cuando termine aquí posiblemente —respondo—. Hoy no tienes trabajo ¿cierto?.

—Tu abuela quiere ir a la ciudad. Según ella para comprar unas cosas que quiere —contestó.

Reí y asentí —Está bien.

Unos minutos después mi mamá y la abuela se habían ido y ya yo terminaba de dejar todo limpio y bien organizado en la cocina.
Me dirigí al baño y decidí darme un ducha. Me terminaba de vestir cuando mi celular vibró encima de la mesita de noche. Me acerqué tomándolo.

Era un mensaje de Youngjae.

¿Puedes salir?.

Fruncí el ceño sin entender esa pregunta ni ese mensaje. Mientras tecleaba una respuesta, mi cabeza ya andaba procesando, y antes de enviar el mensaje caí en cuenta. Aún extrañada, y con el celular en una de mis manos salí del cuarto y bajé las escaleras.
Abrí la puerta y encontré a mi esposo apoyado en su auto mientras sonreía y tenía en una de sus manos un gran ramo de flores.

—¡Cariño! —sonreí ampliamente y termine de bajar los primeros escalones para llegar hacia él.

Me envolvió en un abrazo al cuál respondí feliz y sin dejar de sonreír.
—Te extrañé tanto —dice sin romper el abrazo.

—Yo tambien —contesté abrazandolo con fuerza. Me alejé para verlo.

—Es para ti —me tendió el ramo.

—Gracias —dije tomándolo—. Está hermoso. Pero...¿que haces aquí?.

—Ya te lo dije. Te extrañaba. No pude aguantarme —sonrió y acarició mi mejilla.

Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora