Capítulo único

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One shot inspirado en la canción "Kiss and say goodbye" compuesta por The Manhattan.

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Solamente besémonos y digamos adiós.

Una fuerte punzada en mi pecho, como si una bala me travesara el corazón. Fue lo último que recordé de ella.

¿Qué sentir cuando no se sabe qué es el amor? Porque Sirius Black se estaba enamorando ¿O ya lo había hecho? No sabía qué contestar a eso, pero aquella mujer con sus cabellos largos y luminosos como la propia luna de esa mágica última noche, me hacían flotar en un limbo del cuál jamás pude escapar.


Este ha llegado a ser el día más triste de mi vida.

Rubios como rayos de sol y sin ninguna pizca de maldad, mechones de pelo ondulados que colgaban suavemente hasta la mitad de su delicada espalda. Caminaba como una diosa por los pasillos del castillo. Sus verdes ojos como dos gemas preciosas brillaban de felicidad y su perfecta risa sólo hacía que todo fuera mejor en el mundo. Sabía que lo estaba soñando, sabía que no era real. ¿Ella hablándome tan alegre? Jamás en estos siete años había sucedido, salvo por alguna que otra palabra o insulto por su parte o algún golpe en la cara, bien merecido además.

Es que yo era Sirius Black y era un arrogante, mujeriego y un creído y no podía dejar de ser Sirius Black, no sabía cómo hacerlo. 

Y ella. Ella era Olivia White. Tan dulce y tan deliciosa como la miel y era hermosa e inteligente y no podía dejar de ser Olivia White, una mujer que hasta su apellido era contrario a mí.

Pero qué deseos provocaba en mi cuando veía su sonrisa bajo un resplandeciente sol de verano, o cuando su nariz se hacía rojiza con el frío invierno que solía traer Inglaterra.

Me había hipnotizado de una forma que no creía a nadie capaz de hacerlo. ¿Tal vez fue una poción? ¿Tal vez un hechizo? Tal vez el amor. Como solía repetírmelo Remus cada vez que preguntaba esas estupideces en el almuerzo. 

Y sí, seguramente era así, por más que lo negara una y otra vez, el amor algún día tocaría mi puerta y ese día había sido mucho tiempo atrás, aunque no lo hubiera notado en aquel entonces. ¿Y si lo hubiera hecho? ¿La tendría a mi lado? Jamás lo sabré.

Jamás.

Esa era la palabra más usada para describir nuestra relación. Jamás seré tuya Black. Jamás me tocarás ni un pelo. Jamás me enamoraré de ti así que deja de intentarlo en vano. Ella solía emplear más la palabra esa que yo, porque yo creía que había esperanza, aunque sea una pequeña pizca de fe tenía dentro de mí. ¿Un milagro? Algo así.


Te llamé hoy para darte una mala noticia.

No podré verte más, por mis obligaciones y las ataduras que tú tienes.

Recuerdo como los últimos meses en Hogwarts nuestras miradas parecían por fin conectar. La había visto plantar sus ojos sobre mí tantas veces que no me alcanzarían los días del año para contarlos, y cuando la descubría, sus mejillas se hacían coloradas como dos tomates. ¿Y yo estaba causando eso en ella? ¿Al fin se estaba fijando en mi otra vez? Parecía un sueño casi hecho realidad. No me atrevía siquiera a acercarme a hablarle por temer romper aquella ilusión que mi mente había creado, o que suponía yo que no había podido ser realidad. Era imposible.

Kiss and say goodbyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora