Prohibido

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Este capítulo contiene contenido sexual entre hombres, si no te gusta, sáltate el capítulo.

Dexter

Miré a Daniel de nuevo, sus ojos miel miraban al cabello frente a él.

-¿Te gusta?- Le pregunté.

Puso una sonrisa en su rostro y me miró.

-Es hermoso, ¿Cómo se llama?- Preguntó, acariciando el hocico del animal.

-Jack.

-Es muy lindo.

Miré el lugar y suspiré, mama lo había construido sólo para mí y "mi seguridad", Connor estaba en la entrada, le pedí que nadie entrara.

Daniel se apoyó en la pared y me miró contento, mordí mi labio y me puse frente a él.

-¿Y?

-¿Y qué?

Rodeé los ojos.

-Nada.

Una notificación llegó a su celular y abrió los ojos como platos.

-¿Tu hermana se llama Arlette?- Preguntó sin quitar la vista.

-Eh sí, ¿por qué?- Fruncí el ceño, teníamos meses sin hablar con ella.

-Acaba de comprometerse con Adler Zhukov.- Soltó.

-¿Qué?

-Mis padres fueron al baile de Rusia y acaban de avisarme de eso, le acaba de pedir matrimonio a tu hermana, Dexter.- Repitió.

Le arrebaté el celular y lo miré, era verdad.

-Envíame eso.- Pedí y asintió.

Me lo envío y se lo reenvié a mamá, no podía creerlo, Arlette estaba loca.

Volvió a guardar su teléfono y pasé la mano por su mandíbula hasta dejarla en su cuello, Daniel no era más bajo, teníamos el mismo tamaño y eso hacía todo más interesante entre nosotros, hacía 1 mes había cumplido 15 años y Arlette no estuvo ahí, pero Daniel sí.

El rubio me miró con las pupilas dilatadas y la respiración entrecortada.

-¿Qué soy para ti, Daniel?

-Todo.

-¿Lo soy todo?- Pregunté como si no lo supiera y asintió.

Me acerqué y acomodé el cuello de su camisa antes de tirar de él hasta la pequeña casa que mamá me había construido para los días que llovía y me quedaba con los caballos.

Me senté en una silla y se puso sobre sus rodillas antes de mirarme, me sentía poderoso mirándolo desde arriba, me sentía más que él y mi ego salió a la luz.

Acaricié su mejilla lentamente y me levanté, saqué mi polla de mi pantalón y empecé a subir y pasar mi mano por el falo, Daniel con la vista puesta ahí.

-Tus ojos con los míos, Daniel.

Hizo lo que le pedí y le quité el pantalón, se quedó de rodillas pero se enderezó y se pegó a mi pecho, mi mano bajando por su espalda hasta encontrar su culo y jugar con su entrada, en rubio jadeando levemente y mi otra mano no dejó mi polla.

-Dexter...

Metí un dedo en su apretado culo y jadeó, empezó a besar mi pecho y solté un jadeo, nuestras respiraciones estaban descontroladas y solté otro jadeo cuando lamió la punta de mi pene.

-No empieces, Daniel.- Advertí y sonrió perverso.

Tiré la cabeza para atrás cuando me corrí y lo alcé para besarlo, mi lengua jugando con la suya, y demostrándole que yo tenía el mando y no él.

-Te quiero Dexter.- Susurró contra mis labios cuando nos separé un poco.

Un nudo en mi garganta se formó y relamí mis labios.

-Yo también, Dan.

...

Ya había regresado a casa después de dejar a Daniel en su casa, al entrar mamá me miró y bufó molesta.

-Esa niña es una irresponsable, creí que regresaría, no que se casaría con él!- Se quejó.

-Déjala, es una idiota y lo sabes.- Siseé.

Sus ojos azules se llenaron de lágrimas y las dejó caer.

-Tu padre la hubiera hecho entender pero...

-Mi papá está muerto y tienes que entenderlo madre.

-No lo digas Dexter.- Amenazó.

-Te quedaste en ese día y nunca nos pusiste atención, jamás. Te centraste en su muerte y tu duelo, pero olvidaste que tenías 2 hijos que te necesitaron.- Murmuré con molestia.

-Dexter, trata de comunicarme con Arlette, necesito verla.- Pidió, ignorando todo lo que me dije.

-Siempre ella, ¿no?- Susurré.

Le llamé como tantas veces pude pero no le contestó a nadie, ni a mi, ni a mamá y mucho menos a Connor.

-Esto es un horror.- Me quejé y me largué a mi habitación.

Pasé por la habitación de Arlette y entré, todo estaba igual, las paredes blancas y su cama estaba intacto, me paseé por su enorme armario y después me fui a mi habitación.

Arlette había cometido el peor error de su vida al comprometerse con Adler, porque no solo le arruinaría la vida, sino tendría el triple de enemigos de los que ya tenía, y todos la querían matar.