the proposal

209 30 6
                                    

Y: Maldita sea, ¿y cómo se supone que deba decírselos? "Ah oigan chicos, como no puedo decidirme por ninguno qué tal si andamos no sé... ¿los tres?" –suspiró con frustración dando otra vuelta en la cama– cada que lo repito en mi cabeza suena aún más tonto que la vez anterior –cerró los ojos para intentar dormir al menos un poco ya que mañana además de enfrentarse a los chicos también debía tomar las clases–.

Cuando ese pitido tan inconfundible la despertó tuvo que obligarse a sí misma a levantarse de la cama, sintió como si solo hubiese dormido 5 minutos. Tomó camino hacia la ducha esperando que eso terminara de despertarla, al salir fue directo a arreglarse para finalmente salir de su habitación en dirección a la sala común. Estaba consciente de que parecía un zombie andante pero no creía que tanto como para que todos sus compañeros se giraran a mirarla, incluyendo a ese pelirrojo y rubio que ya se encontraban desayunando.

U: ¿Yaomomo?, ¿no dormiste bien anoche? –preguntó una castaña parada frente a ella–

Y: ¡Oh! no, no pude dormir muy bien, tal vez haya sido por el frío, no lo paso muy bien con ese tipo de climas

D: Pero si tienes una cama matrimonial y cientos de cobijas abrigadoras Yaomomo, pudiste haberte tapado con todas... –claro, Denki podía tener comentarios como este que no me ayudaban para nada–

Y: Bu-bueno tienes razón, pero...

B: Cállense todos, malditos entrometidos –gruñó el rubio mientras levantaba su plato– si no pudo dormir y la abruman así al despertar va a estar de muy mal humor todo el puto día –me miró unos segundos y siguió su camino hasta la cocina–

D: Cielos tiene razón, no queremos otro Bakugo en la clase

B: ¡TE ESCUCHÉ, RATA ELÉCTRICA! –gritó desde la otra habitación, lo que hizo que el otro rubio diera un saltito, reí un poco y tomé mis cosas para salir de la casa–

K: Yaoyorozu, ¿no vas a desayunar?

Y: –me sobresalté un poco ya que el chico se acercó por la espalda– no tengo hambre, la verdad es que prefiero caminar un rato antes de las clases –le sonreí de la forma más cálida que pude–

K: No estás... evitándonos, ¿verdad?

Y: –aquello hizo que mi mente se pusiera en blanco, me quedé pasmada unos segundos y luego negué con la cabeza– no, no Kirishima, no es eso de verdad, no se me olvida que tenemos una plática pendiente –volví a sonreír colgando mi bolso en mi hombro derecho– asegúrate de que a Bakugo tampoco se le olvide

Después de recibir una de esas sonrisas que me derretían el corazón, salí por la puerta principal, no podía creer que estaba a punto de proponerles algo así a los chicos. Definitivamente fue una buena idea salir a caminar, además de que tener constantemente el pensamiento de "me estoy muriendo de frío" me ayudaba a no darle tantas vueltas al asunto, sabía lo que tenía que hacer.

Entré en el salón de clases sonriendole primero a Kirishima y luego a Bakugo, que era el que estaba más cerca de mi lugar. Por dios nunca había estado tan nerviosa en mi vida, lo único que podía hacer era ver el reloj avanzando, hasta que se escuchó el timbre que daba anuncio del termino de las clases. Mis manos temblaban tanto que no podía guardar mis cosas de la forma rápida que quería.

J: ¿Yaomomo te espero para ir juntas a los dormitorios? –dijo la chica de pelo morado al otro lado del salón–

Y: Oh, Jirou puedes adelantarte, te veo allá –le sonreí y miré a mi alrededor, ya casi todos se habían ido, a excepción de esos dos chicos, el profesor y yo– maldita sea, apúrate

Aizawa: Chicos por favor no dejen cosas olvidadas, ya que es viernes la escuela no estará abierta hasta el lunes –dijo y salió del salón, dejando un ambiente un tanto... pesado–

explosive loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora