Capitulo uno

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01.

1 de noviembre, 2000.

-Hey kim! ¿podrías dejar de estar tan encerrado en la biblioteca? vas a terminar quitandole el puesto a la bibliotecaria y no creo que eso le agrade- 

Estaba seguro de que eso era imposible y que incluso si así lo quisiera tampoco podría pasar, puesto que ya estaba a mitad de su carrera, en un futuro si no lograba encontrar un trabajo estable quizás le gustaría intentar trabajar en ese lugar, aunque siendo sincero, sabia que no podría hacerlo porque su pasión por la lectura era demasiado grande y no duraría en el puesto mas de una semana.

Siendo sincero consigo mismo a estas alturas de su carrera le asustaba no saber que hacer con su vida, no creía tener el conocimiento suficiente para el lugar que ocupaba y si tal vez lo tenía era muy tímido para demostrarlo, solo hablaba si se le acercaban y normalmente era solo porque necesitaban algo, realmente solo hablaba con tres personas de su carrera, puede que fueran solo dos , o bueno una, porque muchas veces sentía que los otros dos solo se relacionaban con el porque era cercano al primero.

- ¿ya terminaron? ¿como les fue?- y llamenlo patético porque si se sabia el horario de las únicas personas con las que se relacionaba y era la única asignatura que no compartían porque el ya la había visto antes. 

- Estamos muertos, creo que ni siquiera Nam entendió algo de lo que se habló- dijo con pesadez una abatida Camille.

-Apuesto que mientes, él es de los mas inteligentes de nuestra generación- siempre lo había pensado, el era inteligente pero muy inferior a Namjoon.

-Bueno, tenemos prisa Tae, debemos irnos porque quedamos a almorzar con Chris-

-Pensé que podríamos almorzar juntos, pero si ya tenían planes, no se preocupen-

-La próxima vez será- fue lo ultimo que dijo Nam antes de que se alejaran y él lo entendía.

O eso se repetía para poder creerlo, quería hacerse creer que no era importante, aun cuando sus pensamientos le seguían repitiendo que no les agradaba, que era una molestia, que quizás siempre tuvieron que ser ellos tres y el simplemente sobraba, ellos tres nunca lo necesitaron.

Namjoon era un prodigio y podría decirse que llegaba a ser lo mas cercano de lo que admiraba, era bueno en todo lo que se proponía, desde deportes hasta cosas de otras carreras, era sociable y podía casi asegurar que era amigo o se hablaba con casi todo el mundo que conocía; luego estaba Christopher un chico Australiano con un extraño acento pero muy agradable, tenía mas amigos de otras facultades que de la propia; por ultimo, estaba Camille, a ella podría llamarle un amor platónico pero sinceramente no sabia si le llegaba a gustar realmente o si le agradaba porque era de las pocas personas de las que había recibido alguna vez afecto físico, de todas formas nunca tendría siquiera la oportunidad de permitirse soñar, nunca había sido suficiente para que alguien le quisiese. 

De todas formas el no encajaba con ellos, no era que no quisiese ser sociable, era mas como si cada vez que le fuese a hablar a un extraño se sintiese juzgado, era una opresión en el pecho acompañado con manos sudorosas y un manojo de nervios que le imposibilitaban recordar lo que quería decir, no le gustaba la soledad, pero le aterraba que los demás pudiesen conocer aspectos de su vida a los que temía o que se le pasara la lengua hablando de mas y a nadie debían interesarle los temas que le emocionaban, tal vez a Camille en mas de una ocasión le había hablado de temas que le gustaban y ella lo escuchaba pero todo finalizaba con un silencio que él sentía incomodo, como si solo hubiese sido una molestia y solo le escuchase por cortesía.

Y puede que a veces le gustaba soñar con que tenia alguien que le hiciese compañía, a pesar de que la mayor parte del tiempo se la pasaba entre libros, estos no eran todo el tiempo relacionados con lo que estudiaba, le encantaba el romance, pero nunca lo admitiría en voz alta, ¿que pensarían las demás personas si dijese que le gustaba ese genero? seguramente se burlarían, aun si era su secreto le gustaba pensar que en algún momento alguien podría amar a alguien tan roto como lo estaba él, le gustaba esa epifanía, constantemente se encontraba a si mismo divagando sobre sus acciones y sobre si alguna vez alguien podría aceptarlas.

TALK ME DOWN (TAEKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora