Ella entre sus líneas

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— ¿Quieres ser mí novia?

— Yo te lo iba a preguntar primero, borralo.

[♡]

Darín:

Hoy no vengo a decirte cosas bonitas porque he llegado a la conclusión de que te odio.

Te odio tanto por hacerme sentir cosas que no deberías.

Te odio por no ser capaz de calmar el huracán de emociones que hay en mi interior.

Te odio con cada centímetro de la piel, por prometer cosas que jamás cumplirás.

Estoy empezando a odiarte porque me quieres tanto como yo a ti...

Odio a mi alma entera por corresponder a la tuya de la manera más extraña que puede existir. De entre todas las personas que hay en el mundo, tú te has adueñado de mí, me has enseñado a vivir anhelando tus beso, me has enseñado a soñar despierta, a ser feliz y aunque no lo creas, siento que se me rasga el corazón jurarte que no volveré a ti. Sabemos que es mentira... una mentira tan sucia como mis sentimientos por ti.

Es verdad que tu alma y la mía se han encontrado, también que no quiero que se vuelvan a separar nunca más.

Darín...

¿Alguna vez has escuchado sobre el alter vú? 

Es cuando una persona recuerda una historia de manera diferente y está consciente de que los hechos se están desarrollando de otra forma en un lugar habitual. Dicen que es ese tipo de sensaciones en la que recordamos versiones de nosotros mismos en universos paralelos.

Ojalá este loca, ruego a Dios estarlo, porque de otra forma no me podría sacar de la cabeza que este no era nuestro final. 

No estaba escrito así y yo de mi propia mano te lo narro directamente del corazón. 

Todo mi cuerpo reconoce el hecho de que la muerte se ha saltado de decirme unas cositas y te ha atado a la fuerza, ni siquiera pasando a una mejor vida me lo podrá negar. 

Crecí toda mi vida esperándote sin saberlo y me odio.  

Me odio por ser fiel en cuerpo y pensamiento solamente a ti.

Me odio por ser egoísta y quererte solo para mi.

Me odio porque yo te amo tanto y no soy capaz de decírtelo.

Me odio porque me han dicho que debo odiarme.

Claro, si doy asco, estoy mal, es prohibido lo que deseo, no está bien, debe ser eliminado, excluido, desterrado por el reino de los cielos y caer directamente en el infierno, pero Amada... tu venida hizo de mi mundo el paraíso entero.

Y lo que más odio de todo esto, es que no puedo odiarte.

- Margareth eternamente tuya. 

[♡]

Lo que construyó por años se hizo añicos en un segundo. — Hola Margareth. ¿Qué estás haciendo? ¿Puedo ayudarte?— La joven se hallaba sentada en su pupitre muy temprano un sábado y eso ya era algo extraño por ley. ¿Un Baker yendo a voluntad propia a la escuela? Vaya sorpresa.