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La mirada del australiano estaba fija en el japonés, quien los miraba a ambos pareciendo desinteresado, aunque Jake sabía perfectamente que pasaba por la cabeza del chico.

—Estamos saliendo. -contestó Jake esbozando una sonrisa-

Eun-young parpadeo varias veces confundida, ¿Había escuchado bien? Miró a su acompañante con el ceño fruncido.

—Jake, ¿Que haces? -le preguntó la castaña en un susurro-

—Sigueme el juego, sólo esta vez. -le pidió acariciando su mano con delicadeza-

La menor lo observó por unos instantes, no estaba bien lo que estaban haciendo. No dijo nada, más se limitó a quedarse callada.

—¿De verdad? -preguntó el rubio con una sonrisa algo forzada-

—Si. -respondio Jake con felicidad-

—Eun-young, ¿Sales con el? -Ni-ki hizo caso omiso al australiano, provocando que este chasqueara la lengua con fastidio, al rubio solo le interesaba la respuesta de la chica-

Eun-young buscó ayuda con Konon quien entendió la situación, no quiso meterse pero la mirada de la castaña le suplica a que hiciera algo.

—¿Quién quiere galletas? -preguntó Konon levantandose-

Aquella pregunta cambió la expresión  en la cara de la menor, amaba las galletas.

—¡Yo! -exclamó con emoción-

Y no fue ninguna escusa, en verdad Konon había dejado galletas en el horno y tendría que ir ahora a traerlas o se le iban a quemar.

Y no fue ninguna escusa, en verdad Konon había dejado galletas en el horno y tendría que ir ahora a traerlas o se le iban a quemar

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—Nos vemos chicos, Eun-young vuelve pronto, estoy segura de que a Ni-ki le encantaría verte de nuevo. -Habló Konon-

Eun-young lado su cabeza con duda.—¿De verdad? El parecía molesto...

—Ya se le pasará, por cierto... Jake, tengo que hablar contigo. -dijo la pelinegra-

—Será otro día Konon, tengo que dejar a Eun-young en su casa. Puedes mandarme un mensaje, supongo que sigues teniendo mi número.

La chica asintió ligeramente, por otra parte la castaña hacía caso omiso a su conversación pues no entendía nada.  Cuando pareció que al fin terminaron, Eun-young se despidió de Konon y Jake también.

—Despideme de Ni-ki por favor. -pidió la menor con una sonrisa triste-

—Lo haré, regresen con cuidado.

[...]

-Jake-

El chico se encontraba en la azotea de un edificio, lugar donde había acordado reencontrarse con Konon. Había pasado una semana desde su visita con la castaña a la casa de los Nishimura.

˚˖𓍢ִ໋🦢˚ 𝗟𝖾𝗍'𝗌 𝗗𝖺𝗇𝖼𝖾 ♬ | Nιʂԋιɱυɾα Nι-ƙι ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora