O.S. 6 - Feliz Cumpleaños

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Holaa
Este capítulo no está 100% pero he visto las pocas actualizaciones que tuvimos estos días y he decidido subirlo.
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Amelia se despertó sola aquella mañana, estaba en receso con su obra, recuperando fuerzas antes de la última semana de actuaciones. Luisita estaba trabajando hacían ya doce horas. Grababan una externa aprovechando la lluvia nocturna que caía en Madrid. Miró la pantalla del móvil "27 de agosto" sonrió tan grande que hasta le dolieron las mejillas. Eran 7 de la mañana y luego su pequeño torbellino rubio se despertaría, pero antes que eso sucederá Amelia se levantó apresurada y cruzó el pasillo hasta la habitación de puerta caramelo con la cometa.

Amelia adentró con pasos suaves. Su bebé estaba en la cuna, tumbado boca abajo y con la cara de lado. Sus pestañas largas y curvadas cerradas en total paz, su boquita entreabierta, la nariz respingada tal cual la de su madre, incluso la pequita que ahora empezaba a aparecer en la punta. Amelia paseo los dedos por sus ricitos dorados alborotados. No dejaba de sonreír y las lágrimas empezaron a inundar sus ojos.

Puntualmente las 7:30 de la mañana escuchó la puerta principal abrirse y los pasos arrastrados por el pasillo, luego la puerta abrirse un poco y allí estaba, la carita de su hijo, un poco más mayor y mucho más cansada, pero la sonrisa...

-Buenos días amor. – Susurró la morena.

Luisita se pegó a su espalda inhalando el aroma de su cuello. – Buenos días amor. – Miró a la cuna y las lágrimas también le saltaron de los ojos. – Hola mi niño guapo. – le acarició el pelo y el bebé empezó a despertarse.

-Ha dormido incluso quince minutos más. – Rio Amelia.

-Cres que en la cama se pega el sueño otra vez? – Preguntó la rubia viendo como poco a poco Álex empezaba a moverse.

-Sí. Unas dos horas seguro.

-Ay, qué bien. ¿Necesito una ducha y los encuentro ahí? – Ya iba sacando los pantalones.

-Claro.

Cuando Luisita abrió la puerta del baño escuchó el lloriqueo de Álex. Se había despertado y reclamaba a Amelia inmediatamente. Entró en la ducha y en menos de diez minutos salió. Encontró a Amelia en el pasillo con un tambaleante Álex en los brazos con su patito en la mano y la otra metida dentro del pijama de la morena.

-Ven, que seguro se duerme un poquito más.

Adentraron su habitación aún a oscuras, Luisita buscó apenas unos boxers que poner y se tumbó en su lado, Amelia en el suyo y Álex en el medio. La morena sacó la camiseta y dio el pecho al pequeño que luego cerró los ojos.

-Ay, un año Amelia. – Susurro Luisita sonriendo cansada.

-Ni yo me lo creo amor. Un año que no dormimos una noche entera, un año que tengo alguien me chupando las tetas sin follar.

Luisita rio un poco más alto. – Un año que llevo rodillas en la pelota una vez al día mínimo.

Fue el turno de Amelia en reírse, porque era verdad, todo aquello era verdad. Álex era un bebé un poco complicado, acordaba mucho por las noches y tenía días agitados, de un lado a otro por el suelo, saltando sobre su madre Luisita cuando se tumbaba a jugar con él, demandando de Amelia mientras la morena tentaba arreglar la cocina, para entonces tener que parar y darle la teta durante unos minutos.

Álex también era un niño muy cariñoso, le encantaba mirar a los ojos de las personas que quería, a veces pasaba largos minutos mirando a los ojos de Luisita cuando estaban tumbados en la cama, y la rubia sonreía como una boba en estos momentos. En los últimos meses había aprendido a besar propiamente, entonces vivía haciéndolo, besaba la boca de Amelia, de Luisita, de sus muñecos. Ahora le tocaba enseñar que no podía besar a todos en la boca. Y en la última semana había dicho "mama" por primera vez.

Tu y Yo y todo lo que vino después...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora