Epílogo

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Querida Abby:

Han pasado casi siete años desde la última
vez que te vi. Me tomo mucho tiempo
escribir esta carta, pero sobretodo, me tomo
tiempo perdonar y entender, todo lo que
hiciste. Como alguien me dijo una vez, yo
también te falle. Te falle al no darme cuenta
de tus sentimientos.

Yo te consideraba mi mejor amiga, mi
hermana, pero debí darme cuenta que eso
no era lo que tu querías, lo que tu sentías.
Estaba tan inmersa en conseguir todas
esas cosas que nunca tuve: una familia,
hermanos y padres que te aman; alguien
incondicional. Fui egoísta y tal vez es por eso
que tu estas en este momento allí.

Yo te perdono, Abby. Por utilizar las cosas
que me herían, a tu favor. Por manipularme,
para tu conveniencia. Por tratar de dañarme
y dañar a los que amaba. Pero sobretodo,
me perdono a mí misma. Me perdono por no
verte como realmente eras. Me perdon0 por
no haber sido realmente una buena amiga.
Por no haber sido incondicional para ti.

Tal vez pienses que después de tanto tiempo,
no vale. Que es demasiado tarde. Pero no es
así, nunca es tarde para perdonar, olvidar y
seguir adelante. Me demore, es cierto. Pero
es que si lo hubiese hecho antes, no hubiese
tenido sentido. No quería ser hipócrita
contigo, ni conmigo misma. Esa no es la
persona que soy ahora.

Tal vez no quieras saber cómo han sído mis
días hasta ahora, pero igual te lo contare.

Después de aquel día, decidí separarme de
Eren. Fue increíblemente dificil. Sobre
todo por el embarazo. El me dejo la casa
y se fue a un hotel. Como teníamos que ir
a los juicios por lo que sucedió, pasamos
mucho tiempo juntos. Todos los días iba
a verme después del trabajo, llamaba
constantemente, para saber cómo iba él
bebe. La primera vez que lo vimos lloró
y abrazo a la doctora, luego de ello, salió
al pasillo a mostrarle a todo el mundo la
primera imagen de su bebe.

Era maravilloso y yo sabía que iba a ser
un gran padre. El día que los papeles del
divorcio llegaron, me di cuenta de que era
una cobarde. Amaba a Eren y no iba a
hacer nada por nosotros. Le había dicho que
el amor no era suficiente y es cierto, pero si
era una base, una muy fuerte. Así que rompí
los papeles y lo encare, no fue fácil con una
panza de siete meses que hacía que me
cansara fácilmente por todo.

Eren se negó y firmo el divorcio. Luego
de que lo firme y pasamos los papeles, el
me propuso matrimonio de nuevo. Quise
matarlo cuando lo hizo. Pero sus razones
eran válidas. Él quería un nuevo comienzo.
Claro, nunca podriamos borrar lo que paso y
a pesar de todo, tampoco queríamos hacerlo.
Eso nos enseñó muchas cosas, a los dos.

Nos casamos justo, un día antes de que él
bebe naciera. Fue una suerte que no llegara
en medio del juzgado. El parto fue largo y
doloroso. Pero Eren estuvo allí conmigo,
como siempre lo había estado. Luego de
horas de dolor y agonía, Dylan Jeager
lego al mundo. Era la cosita más hermosa
que nunca hubiéramos visto y no lo digo
solo por ser su madre. Es totalmente idéntico
a Eren. Y morí de envidia cuando vi los
hermosos ojos esmeralda cada vez volviéndose más intensos.

Compramos una nueva casa, porque como
dije, queríamos un nuevo comienzo. Y
todos los dias después, fueron increíbles. A
Eren le tomo algún tiempo perdonarse y
olvidar, pero decía que si me tenía a su lado,
cualquier cosa era posible.

Tres años después, en el cumpleaños de
Eren, nació Mathew Jeager. Para
Eren fue el mejor regalo de cumpleaños
del mundo, luego de un embarazo algo
dificil, pero sobretodo agotador. Aunque
no sé de qué se cansaba el, si era yo la de la
panzota. Matthew es, como Dylan, idéntico a su padre. Cualquiera creeria que Eren los
tuvo solo. Mi aporte genético fue casi nulo.

Luego del nacimiento de Mathew, vinieron
tiempos algo más dificiles. Tuvieron que
medicarme por depresión post parto,
Eren fue el que peor la llevo. No
quería verlo ni sentirlo cerca. El medico
nos informó que era normal y que una
vez mis hormonas se normalizaran y el
medicamento surgieran efecto, todo iría
mejor. Era cuestión de tiempo.

Pero mi marido no estaba tan convencido
y pensaba que yo aún no olvidaba lo que
había pasado con Monique. Una vez que
me recupere y que el medico nos autorizó,
a Mathew y a mí, para viajar, nos fuimos de
segunda luna de miel y pase todo el tiempo
convenciéndolo de que lo amaba y nunca
dejaría de hacerlo.
Tuvimos tiempos dificiles, otros peores.
Pero siempre supimos sobrellevarla y salir
adelante, juntos. El amor nos dio la fe de que
todo era posible.

Te cuento todo esto, para mostrarte que
segui adelante, que Eren también lo hizo,
que tú también puedes. Eren pasó todos
estos años diciéndome que viniera a verte.
Que debía perdonarte, pero no fue fácil. De
los dos, él fue el que primero te perdono. Es
un hombre maravilloso.

Te mando esta carta porque no quería ir a
verte en prisión, no quiero que la última
imagen de mi mejor amiga fuese esa. Yo
conservo los buenos recuerdos y son esos los
que atesoro y rememoro.

Quiero que te perdones, me perdones y
olvides. Quiero que sigas adelante. Que
cuando salgas de allí, salgas tranquila y en
paz contigo misma. Quiero que perdones,
olvides y sigas adelante, para tener una vida
feliz, plena y sin remordimientos. Porque eso
es la vida.

Posdata: porque fuiste mi mejor
amiga y alguien importante para mi, hay
algo que quiero compartir contigo y quiero
que seas la primera en saberlo, es probable
que no lo vayas a ser por la demora en que
recibas esta carta, pero la intención es lo que
cuenta. Estoy embarazada de nuevo. Y esta
vez estoy segura, de que si se parecerá a mí.

Con cariño
Mikasa Jeager

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