Ambos Yoru y Sam entraron a su camarín tranquilamente como si nada hubiese sucedido dejando a sus amigos afuera conversando mientras a lo lejos Masato podía notar que la chica se estaba escapando de su campo visual. El par de amigos entro al camarín para sentarse en silencio y mirar un punto fijo en la nada sin entender lo que acababa de ver Sam.
-Yo creo... que tal vez si le llamas la atención.- Comenzó Yoru analizando.
-Ya ok, y?...- Prosiguió Sam intentando pensar qué significaba eso entonces.
-Y... pues nada, solo ver que pasa, quizás se anima a hablarte, quizás no, no lo se...- Respondió aún viendo un punto fijo en la nada. -...Que pasaría si...- volvió a añadir el chico pensando en aquella historia que alguna vez Sam escribió, lo cual era el verdadero motivo de su estado incrédulo e impactado, la manera en que las cosas estaban ocurriendo escalofriantemente parecidas a lo que la chica solía escribir en sus historias.
-Yoru.... A que vinimos?- Preguntó Sam.
-A patearle el trasero al mundo y demostrar lo que somos.- Dijo seguro su amigo.
-Exacto...-
-Exacto...-
-Todo lo que ocurra entre medio no será mas que una anécdota y una distracción.- Asintió la chica y su amigo junto a ella.
-No más desastres.- Concluyó Yoru sabiendo que ambos se referían a cómo las relaciones amorosas en gran parte habían desequilibrado de sobremanera sus vidas, ambos sentían que no eran una buena pareja para nadie y no por ser malas personas, si no por creer fielmente en amar más sus sueños y a su proyecto (y claro a sus mascotas) que a cualquier otra cosa sobre la tierra, aquello los había llevado a pensar en nada más que única y exclusivamente en ellos y en cómo mejorar para poder sacar adelante su sueño. Sus últimas parejas habían sufrido aquella lejanía por parte de los muchachos y a pesar del gran amor que son capaces de entregar, debían ser sinceros con ellos mismos entendiendo que en realidad su cabeza no estaba lista para ninguna relación o siquiera un intento de ella.
-Pero un coqueteo no le hace daño a nadie...- Agregó Yoru pensando que tampoco sería mala idea para su amiga librarse un poco de la rutina si era que uno de sus tantos amores imposibles tal vez podría ser no tan imposible.
Sam rio, la verdad esa emoción de no entender nada y sentirse notada por Masato Hayakawa era un tanto sobrecogedora, pero asumiría en realidad que el muchacho es solo un hombre más de la lista de chicos guapos que alguna vez notó su existencia y para un par de días después se olvidarían de aquella. No le importaba, siempre y cuando supiesen quien era Alive.
Llegó comida a la mesa de cada banda a modo de almuerzo, casi todas las bandas salieron por unos minutos a buscar sus menú, fue el único momento donde medianamente se pudo notar la cantidad de personas trabajando en aquel escenario, eran fácilmente 40 personas entre técnicos y músicos, todos compartiendo un momento fuera de los camarines mientras el escenario principal presentaba a Parkway Drive, luego de aquello vendría el turno de Alive, los chicos apenas si pudieron comer por la emoción y el nerviosismo. Minutos antes se habían preocupado de dejar instalado y checkeado todo sobre el escenario que les correspondía, lo único que podían hacer ahora faltando veinte minutos para subir era tal vez matar las ansias con un cigarrillo y calentar el cuerpo para no tener algún accidente que sobre todo en Alex era normal, ya que a veces solía emocionarse demasiado y era usual encontrar un desgarro después de cada show. Ryo se acercó a los muchachos amistosamente y abrazo a Yoru mientras le pedía un cigarrillo, aquellos dos ya parecían mejores amigos.
-Hey se ven increíble!- Dijo animado Ryo viendo los outfits de cada uno. -Que gran estilo, me gusta, es muy único de cada uno de ustedes y aun así se ven muy diferentes, cool cool!- Todos rieron amistosamente agradeciendo el cumplido, comenzaron una conversación un tanto mas profunda en un inglés dificultoso pero aún así lograban comunicarse y entenderse, intercambiaron opiniones, se presentaron más formalmente todos con todos y para los muchachos fue mucho mas tranquilizante saber que en parte Ryo los apoyaba.
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To be Alive
ChickLitUna chica con sueños de niña y cuerpo de adulto, una idea en su cabeza desde los 12, cientos de amores platónicos y un destino que la lleva a conocer a más de uno junto a su música, sin embargo quien menos esperó se cruzó accidentalmente en su camin...