CAPÍTULO 4 "ACLARANDO LAS COSAS"

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Camile.

Una clase aburrida de Física...

Una de las clases más difíciles para mí era Física, simplemente nunca fui buena.

Me gustaba sentarme en el último pupitre hasta el fondo del salón, al ser la nueva mi asiento era hasta atrás y no había nadie quien se sentará conmigo en esa clase —lo cual era una ventaja, pues no tenía a ningún ser a mi lado molestándome—, así que para matar el tiempo decidí empezar a dibujar.

«Pon atención Camile.

Como si me importara.

Tendría que de hecho...»

Y sí que debí de haber puesto atención a la clase, pero la verdad en ese momento no me importó mucho.

—Solo como adelanto este trabajo será entregado en equipos o en parejas todavía no lo decido bien — dijo la maestra acomodando unos papeles en su escritorio.

«Genial, otra cosa de las que más odio. 

Los trabajos en equipo.

Y más tomando en cuenta que eres "la nueva"

Mierda.»

Sabrán que al ser el alumno nuevo siempre te cuesta trabajo socializar, así que por el momento no le hablaba a nadie en esa clase.

—Bueno — continuó hablando la maestra mientras tomaba los papeles que había acomodado — faltan diez minutos para que acabe la clase y yo tengo que ir a dejar estos papeles a coordinación académica, así que nos vemos la siguiente clase chicos.

La maestra salió del salón y yo saqué mis audífonos, los conecté a mi celular y puse "Así es la vida" de Elefante y seguí en lo que estaba.

Era un dibujo hermoso, o bueno ese dibujo se convirtió en uno de mis mejores dibujos a pesar de que tal vez en ese momento no me gustaba tanto, estaba muy concentrada hasta que sentí que alguien se sentó a mi lado, pero no le tomé importancia pues estaba muy entretenida en lo que estaba haciendo, hasta que sentí que me tocaron el hombro, por lo que me volteé y vaya sorpresa que me lleve pues me encontré con Owen, hice un gesto confuso, pues no entendía porque estaba sentado alado de mí.

«¿Este wey qué?

Tal vez tiene que ver con Lily» 

Me quité mis audífonos y dejé mi lápiz en mi pupitre.

—Hola — saludó sonriente — Camile ¿cierto?

— ¿Eh sí? — contesté dudando.

«Sí me llamo así, pero tú qué»

— ¿Cómo has estado? — preguntó.

Owen me caía bien, pero apenas y le hablaba, mejor dicho, apenas y sabía su nombre —eso fue gracias a Lily, claro— por lo que se me hizo demasiado raro que me hablara.

—Bien — ladeé con la cabeza — supongo...

—Me alegro.

No dije nada, pues no sabía qué decir y el silencio se tornó un poco incómodo.

—Oye ¿Te acuerdas de mi amigo Oliver?

«Me suena...

Yo sí lo recuerdo.

Tú te callas»

Dudé un momento, no recordaba a alguien con ese nombre, recordaba el nombre, pero no la persona como tal. Y no me culpen, no solía recordar las cosas que me interesaban muy poco.

El chico de la bufanda grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora