La Capital De Los Asesinos

~.11.~

          "Todos huimos de algo"
—No puedo salir de aquí —le informé con la espalda contra la puerta.

—En serio? —hechó a reír, a veces es insoportable —Ahora eres una linda ave enjaulada, Lara.

—Tú celda es más grande pero tampoco puedes dejar el edificio.

—Entonces que suerte que la escena del crimen esté aquí, no crees?

—Las tienes? Quiero ver —me acerqué con curiosidad. Tenía un raro cosquilleo en mis manos.

Sacó su celular y me acerqué a ver lo que me mostraba. Estaba la típica foto de Cristal aún viva, su currículum y el informe forense.

—Serías buen fotógrafo —admití.

—Lo sé, soy perfeccionista —habló con desinterés y le enseñé la lengua como una niña pequeña.

—"Moretones en el cuello con marcas de dedos y pulmón perforado con un objeto punzante, se presume un destornillador. No se encontraron huellas que aporten a la investigación ni el arma del crimen. Muerte por asfixia con corte antemortem. Se ahogó a causa de la perforación de su pulmón" Sospechosos: ...Está en blanco. Lo imaginaba pero en serio quería creer que los profesionales son mejores que esto.

—Por las marcas del cuello fue un chico, tal como pensamos; alguien con la fuerza suficiente para someterla. Y la herida significa que fue crimen pasional. La estranguló para que no pudiera gritar la apuñaló.

—Déjame decirte que eres mal detective —me miró fulminante —Yo ya lo había deducido sin leer el informe.

Sabe que no miento así que tuvo que tragarse su orgullo. Pasé a la siguiente foto: Cristal llena de sangre y a su lado las letras E.I en carmesí.

—Había olvidado eso —dije para mí.

—El qué?

—Cuando estuvimos en el cuarto con los forenses, el fotógrafo le mostró a Weller algo que escribió Cristal con sangre, E.I .Deben ser las iniciales del asesino.

—Quién es Weller?

De todo lo que dije de verdad se fija en eso?

—El que siempre está en el área de descanso para vigilarlos.

—Ah! No sabía que era investigador.

—Eso no importa ahora, debemos hacer una lista de todos los chicos en el edificio y buscar a los que coincidan.

—Eso incluye apodos... Esto va a ser para rato.

Por suerte la matrícula no es tan amplia y el listado de nombres está en el pasillo, pero dos horas después había una pregunta que seguía rondando nuestras cabezas:

—Por qué seguimos sin sospechosos?

—No lo sé. En cima estas letras no tienen sentido —bufé. El dolor de cabeza me martillaba el cerebro y  me costaba enfocarme —No hay un solo hombre aquí que coincida y si es de fuera no hay forma de saberlo.

Frustrada me dejé caer en la cama y Manú se sentó en el suelo con la espalda contra la pared quedando de frente a mí. Parecía un niño dibujando algo con lapicero pero se detuvo mirando a la nada.

—Qué haces topo?

—Estaba pensando en que... —parecía buscar las palabras —Bueno, ella estaba en esta misma posición y cuando dibujé esto... Cómo lo ves?

—No entiendo.

—La foto está al revés. Lo que yo dibujé está de cabeza no es cierto? Para mí está derecho, debíamos verlo desde la posición de Cristal. No la escribió para nosotros sino de la forma en que ella pudiera leerlo.