Dónde Sunoo ingresa a la Universidad de Seúl y no tiene dónde alojarse, hasta que su mejor amigo le propone vivir con su primo que reside ahí.
El único problema...
Es que Sunghoon es un alfa y él un omega.
¿cómo acabarán las cosas para Sunoo y Sung...
Los pequeños momentos cotidianos junto a su novio habían sido interrumpidos, no solo una, sino repetidas veces desde la inesperada llegada de Jake a sus vidas, quien justificó que se quedaría una semana en la casa de su primo para, "ver el estado emocional de Sunoo y despreocupar a su padre".
Para ellos su visita comenzaba a ser invasiva pero no querían incomodar más la relación que mantenían con el beta.
Además de esto. Habían tenido un invitado indeseado más. Riki, quien no dudaba en llegar desde que supo que Jake se quedaría ahí.
En cierta manera les ayudaba a distraer a Jake y darles un poco más de tiempo para estar juntos. Pues Sunghoon iba a estudiar todos los días mientras Sunoo lo seguía haciendo online.
—Riki, pásame el café que está en la mesa—. Pidió mientras veía la pantalla de su ordenador, esta vez tenía clase de ética y no podía dejar de prestar atención.
—Por favor se dice, cabeza de huevo—. Refunfuñó el rubio, distrayéndose de su juego para poder pasarle lo que quería—. Oye, parásito, anda a comprar chocolates, se me antojaron.
Se tiró al lado de Jake, quien estaba en el sillón viendo su celular, cerca a Sunoo.
—No soy un parásito—. Contestó ofendido por el nombre. Riki sonrió ladino y asintió sarcástico.
—Claro, no lo eres.
— Tú también eres un parásito ¿no lo crees?
—No, no lo creo—. Sonrió—. Vengo a visitar a mi amigo, y cuido de él mientras su futuro esposo no está—. Sunoo se sonrojó aunque no dijo nada—. Tú por otra parte estás aquí para sepa...
—Ya ahora voy—. Bufó rendido mientras se paraba—. ¿De qué quieres?
Se volteó a mirarlo, encontrándose con Riki dueño de una sonrisa socarrona y unos ojos brillantes por su victoria. Un sonrojo apareció en sus mejillas mientras su corazón se aceleró, desvió la mirada y se dio vuelta para irse.
La puerta cerrándose sonó en la silenciosa casa y cuando Sunoo se dio vuelta, no entendió porque su amigo se había quedado viendo hacia ella. Decidió no prestarle atención.
Recibió un mensaje, era de Sunghoon y estaba volviendo a casa luego de un largo día de estudio.
—Riki, ahora que estamos solos...¿cómo ves mi relación con Sunghoon ahora?
Alzó una ceja, no entendiendo la procedencia de la pregunta, a lo que Sunoo rápidamente negó repetidas veces—. No es que estemos mal, lo noto raro cada que Jake está cerca.
—Entonces no es por ustedes, es por Jake. El chico está aquí por otra razón y no es solo para ver cómo estás, si era para eso hubiera venido un solo día. Está buscando algo, y voy a averiguar quién o qué es.
Sunoo suspiró, apoyando su cabeza en el respaldar del sillón. Tenía razón, Jake había estado ocultando cosas pero no quería darle mayor importancia. Jake no era un mal tipo, lo conocía.
El tintineo de unas llaves se escuchó por el departamento y Sunoo sonrió, sabía que era Sunghoon. Había estado deseoso de verlo. Se tiró encima de él apenas estuvo en la sala y Riki, quien ya estaba acostumbrado a esos contactos solo le alzó la cabeza como saludo al mayor. Quien hizo lo mismo, y sin decir una palabra se llevó entre sus brazos al omega hasta su habitación.
Una vez cerró la puerta, le puso seguro y bajó al menor, quien se tiró en la cama.
—¿Qué tal te fue hoy?
Sunghoon se estaba desvistiendo, dejando caer la ropa mientras se acercaba a la cama con su omega—. Todo normal hoy, el profesor estuvo exigente respecto al examen pero aprobé—. Se tiró a su lado.
Sunoo se volteó hacia él, observando su cansado perfil. Había estado esforzándose mucho para recuperar las notas que había perdido por estar en casa y cuidar de él.
—Gracias por esforzarte tanto, no lo hubiera hecho sin ti—. Sunoo lo abrazó, y Sunghoon carcajeó de repente.
—No es gratis, encuérate—. Soltó bromista—. Ay, pequeño, era bromita—. Dijo cuando vio al menor quitarse la playera, dejando ver su delgado y limpio pecho, hace varios días no habían tenido relaciones y si era sincero, también quería hacerlo.
Mordió su labio cuando se colocó encima de él, se acercó a robarle un beso, pero fue inesperadamente rechazado, viéndose obligado a echarse, mientras gozaba de las caricias de Sunoo.
—Hoy quiero jugar contigo.
Sunghoon sintió algo palpitar, y no fue solo su corazón.
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¡Hola!
Nos vemos una vez más con el capítulo 21 de Roomie, espero que la historia esté gustándoles, esperaba hacerla algo más triste para este punto pero ya veremos qué tal;)
Espero que todos se encuentren muy bien y tengan una excelente semana<3
Yo por un lado, me contagié de omicron y estoy haciendo cuarentena, justo en una semana ocupada y el 14 de febrero</3
Pero bueno, espero que mi recuperación sea rápida y sin ninguna complicación, hasta ahora solo he tenido pequeños dolores de cabeza.
¿Tienen algún plan para este mes? Quiero leerlos<3
