Cuando alguien llega a nuestra vida marca un antes y un después para siempre. Nos llena de sorpresa y miedo saber qué pasará y cómo es que eso nos puede afectar. Lo curioso es que cuando nos pasa eso con una persona, se convierte en un boleto de travesias y experiencias inimaginables, donde conoces cada detalle, un camino de emociones, con esa parte que te innunda el cuerpo de tanta felicidad que no podrias concebir ni un solo minuto estar mal; su luz, con esa parte que es un espectro lleno de espinas y dientes afilados, y te aterra tanto que deseas salir corriendo; su oscuridad. Altos y bajos, la vida misma en si.
¿Qué se hace cuándo uno da mucho y la otra persona no lo valora, se debe ser paciente o erradicar todo sentimiento? Y... Hipotéticamente hablando, si se da ¿uno debe quedarse una parte para no salir lastimado o entregar todo?
De cualquier forma siempre habrá algo que te hará creer y volver a poner esperanzas en eso, pero aún así la huella queda, y o te hace más fuerte o más vulnerable.
Jana, veinte años. De familia emsamblada y gran aprecio a su madre. Estudia una carrera de diseño de indumento. Con amigas y muchos pasatiempos que literalmente podría hacer un negocio de cada uno. Su gran desventaja es que tiene demasiada pereza y suele dejar cosas a la mitad.
Gaspar, diecinueve años. Vive con su familia y son lo más importante para él. Estudia música y para ello debe dejar la ciudad por las mañanas. Un chico demasiado activo y competitivo, suele ser muy terco por esto. Se entrena en taekwondo y le apasiona hacerlo.
El día a día, existir, es la fuerza que más enseñanzas nos deja, mucho más que cualquier persona podría hacerlo. Eso explica porqué muchos tienen miedo de vivirlo, incluso dejando atrás a toda emoción.
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En cuerpo y alma
RomanceColores rojo fuego y naranja tiñen el cielo en su totalidad, se dice que de sus componentes estamos hechos nosotros ¿Cómo es que esas micropartículas luego de tantos años, tanta historia, tanto tiempo desenvoquen y coincidan en algo tan efimero como...