hacia días que sabía que todo iba mal, soñaba todas las noches contigo y pasaba los días pensandote. en el fondo sabía que ya no iba a volver a verte pero me aferraba a la esperanza de que me dijeran que todo había acabado y que estaba todo bien.
entonces llega un día, en el que lo sabes con certeza, ves que aunque haya sol afuera, dentro de ti ya no brilla y todo el mundo está raro, todo ha cambiado.
y ocurre, un nudo en la garganta, lágrimas a borbotones y ni los abrazos te sostienen, sientes que todo a acabado que tu mundo está quiero parado, que ya no puedes hacer nada. ni siquiera despedirte. intentas ser fuerte para que los demás lo sean contgo pero ya es imposible. no es dolor, ni tristeza, son millones de sentimientos que te abordan en una milésima de segundo.
y solo eso, un fracción de segundo en la que todo cambia, tu corazón se frena a las cuatro de la madrugada y el mío con el tuyo. desde entonces los días pasan. ha pasado ya mucho tiempo y sigo necesitando tus abrazos todas las noches. sigo queriendo decirte lo importante que eres, lo mucho que me haces falta, sigo queriendo hasta tus broncas y que me abraces y todo no parezca tan malo.
cada noche antes de irme a dormir te dedico una sonrisa, esa que tu me diste. como mis ojos. como mi nariz, me miro al espejo y te veo, miro a mis hermanas y ahí estas, no te olvido y deberías saberlo, no se donde estas pero te aseguró que en mi corazón prevaleces, en cada paso que doy, y en cada tropiezo.
intento ser fuerte, que algún día puedas sentirte orgullosa de esta persona que te pertenece tanto, pero tanta carga a veces me supera. me paró a pensar en un futuro, en que mis hijos no verán a su abuela, en que si me caso no te tendré a mi vera, en que cuando vaya a la universidad, me gradue.. no te tendré a mi lado apoyamdome, en que a cada paso me faltará algo, ese latido que te llevaste contigo, en que joder, que injusto es todo, la vida, lo que sea que te haya llevado.
ojalá una máquina del tiempo y retroceder a aquellos días en los que estabas, el olor a café y tus besos en mi cara. por el momento solo me queda escribirte por si de casualidad lo lees y abrazar muy fuerte mi almohada por las noches pensando que ojalá estés.
decirte que te quiero. como nunca a nadie. como sólo una hija sabe querer a su madre: incondicionalmente.