Seven

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–  Estoy seguro de esto, Yoongi. En verdad quiero ayudarte. – mencionó Jimin sintiendo su cuerpo comenzar a temblar un poco ante las fuertes feromonas del alfa. 

Nunca había llegado a percibir las feromonas de un alfa, por lo que su cuerpo estaba reaccionando fácilmente al llamado. 

Yoongi se terminó de acercar a Jimin, tomó con sus manos las caderas del omega quien seguía con los ojos fijos en él, cedió ante los llamados de su lobo y sin pensarlo besó a Jimin; una sutil caricia donde succiono su labio inferior para repetir la acción con el superior, lo sintió temblar bajo su tacto.

Y no fue Yoongi quien profundizó el beso, sino Jimin quien pasó los brazos por los hombros del alfa metiendo su lengua en la boca de éste, y jadeo al momento de sentir como era apresado contra la puerta. 

Nunca había tenido tantas ganas de que le quitaran la ropa, y no sabía si era por todas las feromonas esparcidas por el lugar o la erección del alfa topando contra su abdomen, incluso a través de la ropa podía sentir el falo de Yoongi dentro de su pantalón, tan duro.  

– Cariño... – gimió Jimin separando su boca de la contraria, y solo vió por segundos los ojos dilatados y oscuros del alfa pues esté metió el rostro en su cuello comenzando a lamer y morder la piel de esa área. 

Sentía la lengua de Yoongi recorrer la piel de su cuello,  para después succionar con los labios y morderla; sabía dejaría marca y de solo pensar eso, solo se preguntaba si sería marcado. 

– Basta, Yoongi. – llamó Jimin intentando atraer la atención del alfa quien seguía en su cuello, sabía que Yoongi perdería la cordura pronto y debían salir de ahí. – Detente, por favor. – lo tomó de los hombros sacándolo de su cuello, viendo como él alfa intentaba regular su respiración, pequeñas gotas de sudor podían notarse en la frente contraria y Jimin sabía que se estaba conteniendo, pues su mandíbula estaba tensa.

Estaba nervioso porque no sabía como sacarlo de ahí, solo había una puerta que daba al gran salón donde todos estaban reunidos, y es por donde él vino. 

– Hay una puerta de emergencia cruzando ese pasillo, caminas a la derecha y ahí está. Las llaves de mi auto están en esa mochila. – dijó Yoongi intentando controlarse al sentir el aroma a mandarina más dulce y atrayente, Jimin asintió obedeciendo todas las indicaciones del alfa. 

Esperaba que el manager del alfa comprendiera después la situación.  

*****

Siendo sincero, Jimin no había visto a Yoongi con dobles intenciones, tan solo habían pasado tres semanas desde su primer beso y nunca había pasado un celo junto a algún alfa, así que era un poco inexperto en el tema.

Le dió su primera vez a un estúpido alfa en la universidad, y desde ahí nunca más estuvo con alguien, nunca había tenido la necesidad de volver a tener sexo con alguien; su primera vez no la había disfrutado por qué volver a repetir eso, pero ver al rubio alfa entrar al departamento quitándose la camisa desesperado, hizo que sus nervios desaparecieran y también esos malos pensamientos. 

Yoongi era diferente, él lo amaba y lo trataba tan bien y es por eso que estaba un poco ansioso de lo que haría con él. 

Vió al alfa acercarse a él, Jimin se había quedado frente a la puerta sin saber cómo reaccionar, las manos de Yoongi tomaron su cintura acercándolo a él lo más posible y ver el rostro sonrojado del alfa hizo al omega tomar con sus manos el rostro contrario y acercar ambas bocas. 

El contacto era una tortura para ambos, pues la tensión era mucha, pero al ser la primera vez entre ambos, el lobo de Yoongi por más ansioso que estuviera, sabía debía ser cuidadoso y hacer disfrutar al omega.

Alfa destinado #1 [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora