Philautia Olvidada.

Abrazo Del Pasado

03 de Marzo.

Querida yo:

Por favor, levanta la mirada, levanta tus ojos al cielo, el cielo que vió tus mejores y peores momentos en las oscuras noches y brillantes días, esos ojos marrones que se iluminan al estar bajo las estrellas, esa hermosa piel canela que brota erizada al escuchar tu banda favorita, quiero que sepas que amo ver reír a carcajadas a ti y a tu madre mientras hablan de cualquier tontería, y oír tu voz cantar canciones que en ocasiones ni siquiera sabes lo que dicen. Últimamente, la gente ha olvidado lo que es amarse a sí misma antes de ofrecer ese amor a los demás y no quiero que olvides lo hermosa que eres, lo especial que puedes ser y la diferencia que puedes marcar, me equivoqué al hacerte menos al lado de los hombres que alguna vez conquistaron tu corazón, al ponerte completamente sumisa ante el monstruo que quiere imponer su palabra ante la tuya y dejar que sus palabras se introduzcan en lo más profundo de tu sensible corazón, me equivoqué al negarme a limpiar tus lágrimas aquella noche de Julio, cuando aquel joven de cabello rizado que te dejaba loca decidió soltar tus sentimientos de sus manos y dejarlos romperse. La señora Ackerman dijo algo que te abrió los ojos: “Si no tienes amor propio, ésta copa no tiene absolutamente nada en su interior, entonces ¿Que le vas a ofrecer a la gente a tu alrededor? En cambio si la llenas, todos pueden disfrutar de la escencia de tu amor, tu brillo propio, creado para dar y recibir por tu cuenta”.
Me equivoqué, y me voy a seguir equivocando porque no puedo ser perfecta, y tú no debes ser la hija, la hermana, ni siquiera la amiga perfecta, sé feliz con lo que eres, si no estás satisfecha con eso, recuerda que nadie es más que tú, pero nadie es inferior a tí, te aseguro que no dejaré que te desgastes intentando ser una mujer hecha por reglas de personas que no han podido hacer nada de su vida, vales mucho más de lo que recibes, algún día obtendrás tu libertad, y te juro que no voy a abandonar esa dulce esperanza que aún permanece, te daré un abrazo en los días fríos y seré tu limonada helada en los días de calor, seré tu mejor versión cuando lo necesites, será doloroso enfrentarte a todo tú sola, pero recuerda que las estrellas no brillan sin oscuridad, y antes de dormir... Seguiremos imaginando que podemos dominar al mundo.

Sólo yo merezco lo mejor de ti.

Te ama, Mabel.