019. De las cenizas.

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—Por favor, por favor, contesta

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—Por favor, por favor, contesta.

Hoseok camina de un lado a otro dentro de su despacho, con las piernas temblando hasta el punto en que está por ceder y caer de rodillas. El vaso de café recién servido por su secretaria se encuentra esparcido por el suelo. En un estado de desesperación máxima posterior al shock que le ha dejado la llamada que ha cortado hace apenas unos minutos lo ha pasado a llevar sin querer.

—Vamos, Namjoon, contesta —masculla por enésima vez.

Hola, Hobi.

—Dios, por fin. —Se lleva la mano hacia la nuca para frotar con algo de fuerza, siente que su corazón está a nada de salir de su pecho.

¿Qué anda mal?

—Yeun acaba de llamar —inicia, pero tiene que relamerse los labios un par de veces para continuar. La mano que sostiene el celular le tiembla el doble que las piernas. Se siente como un adolescente estúpido—. Acaba de llamar y... ha dicho que..., o sea, quiere que..., ash.

¿Estás bien? Por favor, respira, tengo todo el tiempo del mundo para escucharte.

Tras tomar una larga bocanada de aire, Hoseok finalmente dice:

—Yeun acaba de llamar y quiere que nos veamos después del trabajo.

Silencio.

Un brutal silencio.

Tanto suyo como desde el otro lado de la línea. Hoseok nota como sus sienes comienzan a palpitar y debe inhalar un par de veces, está estresándose demasiado, pero ¿cómo no lo haría? Su exmujer acaba de llamar para pedirle que se vean como si nada, con su tono de voz tan usual, como si no llevase desaparecida de su vida desde hace más de seis meses.

¿Para qué quiere que se vean?

—No lo sé. Me ha pedido que nos veamos y es todo, sólo dijo eso, que estaría esperándome y que, si no voy, lo entendería.

¿Entender qué exactamente?

—¡No lo sé!

Vale, vale, no me grites.

—No te grito.

Sí me gritaste.

—Namjoon, de verdad, no estoy para esto. No sé qué hacer.

Pues ve, y ve qué quiere, y ya está. Es lo que yo haría.

—No puedo. Mierda, me he tardado todo este tiempo en casi aceptar que ya no es parte de mi vida, y ahora me sale con esto. Realmente, no sé cómo afrontarlo.

Lo primero: respira. —Hoseok lo hace con esfuerzo—. Ahora piensa, analiza la situación, y si de verdad no te sientes preparado para ir solo, pídele a Seokjin que te acompañe. Y si de verdad no quieres ir, no vayas y ya. Ella desapareció de tu vida por una pelea ridícula, te obligó a divorciarte y a vender tu casa. Tú no serías el malo ni por asomo por faltar a una reunión de índole sospechosa.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora