Capítulo Trece

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— ¿Qué? — fue lo único que salió de mis labios — ¿Porqué? —

— Ella no es el tipo de persona a la que quiero seguir presentando como “mi novia” — el tomó mis manos y las entrelazo con las suyas — yo quiero que tú seas esa persona, Kaylee — me miró con un brillo en sus ojos — 

Una pequeña sonrisa se hizo presente en mi rostro pero la borré al instante al recordar a Sophia. Negué con la cabeza y alejé mis manos.

— Yo… — tragué grueso —

Yo no podía hacerle esto a Sophia, ella es mi hermana y se que ella tampoco lo haría.

— Quiero que seas mi novia, Kaylee — dio un paso hacía mi — si no sabes que contestar está bien, puedes decirme otro día — sonrió dulcemente —

— Jake, yo… — suspiré pesadamente — yo lo siento. Es decir lamento tu ruptura con Sydney — lo mire fijamente hacia sus hermosos ojos — pero no quiero ser tu pareja, lo siento —

Dije para después pasar a lado de el y marcharme. Al pasar por las gradas escuché que Lauren gritaba mi nombre pero no hice caso, lo único que deseaba en ése momento era estar sola.

Entré a los sanitarios de mujeres y me miré en el espejo.

Mira en lo que te has convertido Kaylee, estás enamorada del chico que le gusta a tu hermana y además lo acabas de rechazar...

Agité mi cabeza y traté de alejar aquellos pensamiento. Tenía que alejar los pensamientos, porque ellos son los que más te pueden llegar a dañar, ya que siempre te estarán recalcando lo mal que haz hecho.

Puse mis manos en el lavabo y dejé caer un poco de mi peso en el. Cerré los ojos con fuerza y traté de no pensar en lo anterior.

Escuché el sonido de la puerta abrirse así que abrí mis ojos y me acomodé un poco el cabello para ir a la salida pero al ver a Sydney ahí al frente mío, hizo que parara en seco.

— Hola Kaylee — me saludó con una sonrisa y pasó a mi lado —

— Hola — saludé confundida —

Ella sacó de su mochila un labial y empezó a aplicarse en sus labios carnosos.

— Me tengo que ir — iba a empezar a caminar pero ella habló —

— No. Espera — tapó su labial — tengo que decirte algo, importante —

— Tengo clase, así que… —

— No tomara mucho — metió su labial en donde antes lo había sacado —

— ¿Qué sucede? —

— Supongo que, Jake ya te dijo sobre nuestra ruptura — desvío sus ojos hacia el suelo. Yo asentí lentamente — por lo poco que te  he conocido eres una persona muy agradable —

— Gracias, supongo —

— Y perdón si alguna vez te llegué a tratar mal o algo por el estilo — se acercó a mi — tenía demasiado miedo de perder a Jake, y así fue, lo perdí — hizo contacto visual conmigo — pero me pone feliz que la razón por la cual lo perdí fue por ti, porque se que a tu lado será mucho más feliz de lo que fue conmigo —

— Yo no planeaba que que terminaran —

— Lo sé, eres una buena persona. Espero que los dos la pasen muy bien, yo no pienso impedir lo suyo —

— Entré el y yo, no habrá nada — aseguré —

— Su destino es estar juntos, y no puedes cambiarlo —

— No, no puedo cambiar mi destino, pero talvez si pueda modificarlo — ella negó con la cabeza —

— No lo entiendes, ¿Cierto? — me tomó de los hombros — ustedes se conocieron hace cuatro años, y por alguna circunstancia se separaron, cuatro años después se reencuentran — dio un paso hacía atrás — ustedes dos terminaran juntos, te lo aseguro —

— Talvez nuestro destino es estar juntos, pero no como pareja — dije y salí de los sanitarios —

Al salir me topé con Lauren que se encontraba teniendo dificultades para tomar de su café que tenía en su mano derecha.

— ¿Dónde estabas? — me dio mi mochila — ¿Y Jake? —

— No quiero hablar sobre el — me recargué en los casilleros —

— ¿Porqué? ¿Qué sucedió? —

— Lauren, de verdad no quiero hablar sobre el —

— Está bien — me dedicó una sonrisa de compresión — pero cuando quieras contarme, te escucharé —

Yo asentí y cerré los ojos para tratar de relajarme y olvidar por unos pequeños momentos los anterior. Abrí los ojos y me topé con aquellos ojos color café que me hicieron suspirar por mucho tiempo.

No desvíe mi mirada en lo absoluto, pero el si lo hizo. Me miró por unos segundos y se marchó del pasillo.

— A ver, aquí ha pasado algo muy raro — habló Lauren — pasó algo muy serio entre tu y Jake —

— ¿Nos saltamos las clases? —

— ¿Qué? —

— Quiero olvidarme de lo que pasó — tomé de su brazo y empecé a jalar de el —

— ¿Y si madre se entera? —

— Lauren — me detuve — te preocupas demasiado y no te diviertes — volví a caminar —

— Pero es que si mi madre se entera de esto.. — la interrumpí —

— Olvídate de tu madre, y vamos a divertirnos — dije con una sonrisa juguetona —

Ella me sonrió cómplice y empezamos a correr hacia la salida. Al salir decidimos ir a un centro comercial.

Al llegar fuimos directo hacía donde se encontraban todos los juegos. Específicamente a jugar boliche.

Lauren tomó la pesada bola y se puso en posición y se preparó para lanzarla, pero antes de hacerlo habló.

— Nunca he jugado boliche, así que pueda que no lo haga bien — yo reí por lo bajo y asentí —

Ella suspiró y lanzó aquella bola pesada. Lauren soltó un gruñido al ver que solo pudo tirar un bolo.

— Es tu primer tiro, lo lograrás en el otro —

Continuamos jugando por un gran rato, Lauren ya estaba aburrida ya que no había conseguido hacer ninguna chuza. Aunque pude darme cuenta que ella y un chico de cabello Rubio despeinado, se habían estado lanzando miradas coquetas.

Sonreí traviesamente y hablé.

— ¿Porqué no le hablas al chico? —

— Oh no, no le hablaré, hay demasiadas personas junto a el —

— Pero, te gustó, ¿No? —

— Si, pero no le hablaré —

— Has un último tiro, y si logras tirar todos los bolos le tendrás que hablar, y si no, no lo haces —

— Bien — suspiró y fue por otra bola —

Lo acepto estaba más nerviosa yo que ella.

Lauren tiró aquella bola y mis nervios aumentaron, las dos veíamos concentradas la trayectoria de la bola. Mis esperanzas de que tirará todos los bolos se esfumaron cuando la bola se fue para una esquina.

— Al menos no tendré que pasar vergüenza con el chico, si es que yo no le llamé la atención — se encogió de hombros — ¿Podemos irnos? —

— Si — me levanté del sofá color rojo y tomé mi mochila —

Al salir pasamos al lado del chico rubio y pude escuchar que Lauren suspiraba al no ver que el chico se acercaba a ella. 

— ¿A dónde quieres ir? — pregunté confundida —

— ¿Podemos ir a comprar ropa?, Se que no te gusta ir a tiendas de ropa, pero por favor — junto sus manos como si estuviera rezando —

Hice un puchero pero acepté. Entramos a la primera tienda de ropa que vimos y ella empezó a ver toda la ropa con entusiasmo.

— Kaylee ve esté vestido — agarró un vestido negro entallado —  Es muy bonito, ¿No lo crees? —

— Creo —

— ¿No te gustan los vestidos? —

— La verdad no, solía usarlos pero no  porque yo quisiera, si no porque mi mamá solía decirme que tenía que ser más femenina para gustarle a los chicos — tomé una blusa negra — y como por arte de magia le empecé a gustar al chico que en ése tiempo me gustaba — dejé la blusa en su lugar y seguí a Lauren —

— Tengo algo contra tu mamá — ella se giró enseguida — perdón, no quise decir eso —

— Está bien, no fue la mejor mamá —

— Creo que tenemos a la misma madre — se detuvo para ver algunos vestidos — la mía se encargaba de decirme que tenía que bajar de peso para gustarle a los chicos, así que lo hice — me miró — dejé de comer y empecé a hacer demasiado ejercicio — regresó su mirada hacia los vestidos — al final papá me dijo que era hermosa tal y como era, le hice caso a el y dejé de preocuparme por mi peso, aunque me mantengo en forma pero no por mi madre si no porque yo quiero —

— Supongo que tenemos a los mejores padres —

— Supongo que si —

Tiempo después yo ya estaba muy aburrida y con mucho sueño, en cambio Lauren continuaba probándose toda la ropa posible. Ahora mismo ella estaba en el probador.

Saqué mi teléfono y cerré los ojos con fuerza al ver que tenía un mensaje sin leer de Jake, los volví a abrir para ver de qué se trataba, suspiré pesadamente al leer el mensaje.

¿Podemos hablar está noche? 

Tarde unos segundos en pensar sin contestarle o no, al final le respondí.

Te espero a las siete, en el parque que está cerca de mi casa.

Apagué el teléfono y seguí esperando a Lauren.
Minutos más tardes estábamos por salir del centro comercial hasta que  escuchamos un grito, dirigimos nuestra mirada hacia donde provenía aquél grito y sonreímos al darnos cuenta que aquel chico rubio se acercaba hacía nosotras.

— Hola — habló el — soy Christian —

— Un gusto Christian yo soy Lauren —

— Tienes un nombre muy lindo —

De reojo pude ver que Lauren se sonrojaba.

— Ella es mi amiga Kaylee —

— Un gusto — saludé y el asintió —

— ¿Podrías darme tu número? — miró a Lauren — te me hiciste una chica muy linda —

— Si, está bien —

Ella sacó su teléfono y empezó a decirle su número. Segundos después se estaban despidiendo con una enorme sonrisa en su rostro.

— No pude tirar todos los bolos, pero si pude tener el número de Christian —

Las dos reímos y salimos del centro comercial.

Me abracé a mi misma ya que el frío me estaba congelando. Por cuarta vez recorrí todo el parque con mi mirada, detuve mi mirada al ver que Jake se acercaba hacía mi. Mis nervios se hicieron presentes al no saber como actuar con lo de antes.

— Hola — saludó nervioso —

Me sorprendí al escuchar su tono de voz, muy pocas veces lo escuché nervioso.

— Hola — también saludé —

Fruncí el ceño al ver que se quitaba la sudadera negra que traía puesta.

— ¿Qué estás haciendo?, Puedes enfermarte —

— Y tú también puedes hacerlo porque no traes sudadera — me dio la sudadera —

— Pero… — me interrumpió —

— Estás muriendo de frío, lo mejor es que te la pongas — sonrió —

A regañadientes me la puse. Al instante su olor inundó mis fosas nasales.

— Gracias — metí mis manos en los bolsillos de la sudadera — ¿De qué quieres hablar? — 

— Sobre lo que paso en la escuela —

— Jake ahora no quiero estar en una relación y… — me interrumpió, ocasionando que me callara al instante —

— ¿Podemos ir a sentarnos? — yo asentí y fuimos hacía una banca que estaba cerca —

Los dos guardamos silencio hasta que el lo acabo.

— Se que no debí hacerlo porque llevamos muy poco tiempo de vernos después de nuestro reencuentro y que también no estoy muy bien sentimentalmente por mi ruptura con Sydney — suspiro — y lo siento —

— Está bien, acabas de terminar con una persona especial y solo querías cariño —

— Mis sentimientos por ti aún siguen siendo los mismos Kaylee, siento algo por ti —

Negué con la cabeza — No lo sientes, simplemente quieres estar con alguien para olvidar a Sydney —

— No. Tengo sentimientos por ti desde que te ví en esa librería y se que tú también los tienes, pero te aferraste a la idea de que Sophia siente algo por mi, y no es cierto — subió su tono de voz — 

— ¿Y cómo estás tan seguro de que no siente nada por ti? — también alcé mi voz — tú no has visto la forma en la que me habla cuando dice algo sobre ti, o como sus ojos se iluminan al hablar de ti —

— Porque Sophia sigue enamorada de Jason y ella quiere negar el hecho de que jodió lo que tenían — me miró — y quiere evitar aquello diciendo que tiene sentimientos hacia mi —

Y ahí está de nuevo ese nombre.

— Yo no sé lo que haya pasado entre Jason y ella, pero ella realmente está enamorada de ti — me calmé y al parecer el también — 
— Seré sincero Kaylee, yo no siento nada por Sophia, siento algo por ti y también lo sientes, pero te preocupa tanto lo que pasará con Sophia cuando se entere y eso te detiene al decírmelo — tomó mi mano — debes de dejar de pensar tanto en lo que pasará con las demás personas y enfocarte en ti, sin importar el sufrimiento de los demás —

— Entonces, ¿Tengo que dejar sufrir a Sophia y no hacer nada? —

— No eh dicho eso, lo que quiero decir es que, te preocupas demasiado por las personas y te dejas a un lado —

— Eso es mentira — dije y solté una pequeña risa, los dos sabíamos perfectamente que era verdad —

El también soltó una pequeña risa.

— Esto es ridículo — me recargué en el respaldo —

— ¿El qué? —

— Hace unos minutos estábamos a punto de gritarnos, y ahora estamos como si nada hubiera pasado — lo miré —

— Así son las relaciones de amigos, podrán enojarse pero al final del día se perdonaran —

— ¿Y si no lo hacen? — pregunté desviando su mirada —

— No era sincera su amistad —

Los dos guardamos silencio por un largo tiempo, quedarnos callados después de una plática ya se nos estaba haciendo costumbre.

Mi mirada recorrió todo el cuerpo de Jake, de pies a cabeza, me detuve en su mandíbula marcada, es algo que lo hace aún más atractivo.

— ¿Qué pasará entre nosotros? — rompí el silencio —

— Seguiremos siendo amigos, si así lo quieres —

— Pero, tú sientes algo por mi —

— Pitufina, no importa lo que yo sienta —

— Claro que importa —

— ¿Y qué quieres hacer con ello? — me miró —

— No lo sé — mordí mi labio — seguiremos siendo amigos, nos contaremos todo lo que hemos pasado durante los últimos cuatro años, nos divertiremos y después… podremos ser algo más —

— ¿Qué pasa si durante ése tiempo ya no sentimos nada? —

— Entonces, dejaremos ser feliz al otro — entrelacé su mano con la mía — 

— ¿Hacemos una promesa? — sonreí divertida al igual que el, y el recuerdo de hace cuatro años se hizo presente —

— Si, ¿Cuál? — nos miramos fijamente a los ojos —

— A pesar de todo, sin importar que uno de nosotros esté con alguien más o si nos encontramos a millones de kilómetros de distancia, nunca nos olvidaremos — 

— Está bien, lo prometo —

— ¿Lo juras? — alzó su dedo meñique —

— Lo juró — entrelacé su dedo meñique con el mío —

Valery Heales 🦋 .

¿Promesa Cumplida? - (Cancelada Temporalmente) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora