Era una tarde de Otoño en Springfield, las hojas de aquellos inmensos árboles pintados por la naturaleza de un hermoso color rojizo, caían llevadas por el viento. Las familias pasaban en sus hogares con esos suéteres que parecían ser tejidos por alguna abuelita de ahí, mientras disfrutaban de aquel clima.
Sin embargo, no todos solían pasar así, ¿verdad? Pues así era el caso de cierto niño rubio que se encontraba patinando a una gran velocidad por las casi vacías calles de la ciudad, le agradaba sentir la adrenalina en cada salto que daba, ya sea por unos cuantos escalones o barandales que se le cruzaban, sin mencionar que le era una sensación placentera sentir como el viento chocaba con su rostro alborotando su cabello.
Llegó al centro comercial a comprar un nuevo videojuego que espero por meses, para su entretenimiento este fin de semana. Así que debía apresurarse, buscó la tienda de Gamers y al entrar hurgó en cada parte del lugar.
-Se suponía que debía estar por aquí..-Soltó aburrido ya que solo encontraba lo que ya había jugado antes, hasta que su vista se detuvo en el dichoso juego de luchas libres. Claro que le llamó la atención, se suponía que aquel juego había salido 2 semanas atrás. Y por ello reunió lo necesario para obtenerlo. ¿El problema?
-..Demasiado alto..-Dicho eso vagó su vista por todas partes hasta tomar una silla que estaba cerca de ahí y se subió, pero aún faltaba un poco más, lo que lo hizo suspirar cansado mientras se ponía de puntillas intentando mantener el equilibrio para no caer.
Sus dedos rozaban el estuche por lo que de un saltito logró tomarlo, pero aquel impulso hizo que no sentara bien el pies y la silla tambaleara. Cerró fuerte sus ojos esperando el impacto contra el cemento, pero aquello nunca pasó.Su curiosidad de saber el ¿por qué? Lo hizo abrir poco a poco sus ojos. Un chico que al parecer era de su edad lo tenía entre sus brazos. Aquellos ojos azules y los ajenos claros, se observaron por unos segundos.
-Oye ñoño, ya puedes bajarme-Dijo el rubio reaccionando a la situación un tanto incomoda.
-Oh, cierto-Dijo el de ojos claros mientras lo bajaba-Lo siento.
-No te preocupes, casi me rompo una pierna ahí-Soltó una pequeña risa-Asi que gracias a ti, estoy bien.
-No exageres-Le siguió el otro repitiendo el gesto.
•Se dió cuenta que era un par de centímetros más alto que él.
-Bart-Le dijo extendiendo su mano al chico.
-Donny-Estrecho su mano-Entonces, ¿Qué era lo que buscabas?-Miraba el montón de juegos que estaban en lo más alto.
-Esto-Le mostró el juego que al menos pudo alcanzar-Viejo, esto lo esperé por meses y ahora lo tengo-Sonreía con cada palabra dicha.
-Eso es grandioso, creo-Se limitó a decir con el mismo gesto. Recordó algo importante, por lo que empezó a buscarlo con su vista, recogió una pequeña bolsa de respuestos para bicicletas que estaba tirada cerca de ellos. Eso llamó la atención del más bajo.
-Esas piezas son grandiosas. Seguro la bicicleta es aún mejor-Soltó por impulso ya algo cerca, haciendo arquear una de las cejas del contrario.
-¿Quieres verla?-Lo miró recibiendo una afirmativa ante ello. Ambos niños salieron del lugar, el rubio no pudo evitar mostrar sorpresa al ver aquella bicicleta.
A simple vista se podría decir que era una común y corriente, sin embargo, éste había hecho detalles personalizados en ella, desde la pintura hasta las ruedas. Le gustaba, pero de un momento a otro se sintió un bobo contemplando cada parte como si aquello fuese sacado de algún museo.
-Veo que te gusta el patinaje-Mirando la otra mano del rubio que llevaba una patineta-¿Te gustaría una carrera para ver en acción a esta bebé?-Lo miraba con aquellos ojos tranquilos.
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Un Amor Por Accidente||DonnyxBart||
FanfictionCualquier cosa puede pasar por un simple tropiezo de la vida. Claro que para cierto niño rubio aquellos tropiezos fueron cada vez más especiales. •Primer tropiezo: Se conocieron y sin querer se hicieron amigos. •Segundo tropiezo: La necesidad de no...