Durante la noche en la que en Stayville se cortó la luz, Yang JeongIn dormía borracho en su dormitorio, mientras que Hwang HyunJin escuchaba un mensaje de su novia, y Lee Felix no le quitaba los ojos de encima.
También, desde la Residencia ex-hospit...
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En la pequeña tienda de convivencia de Stayville, donde el cajero apenas pesaba de su vida mientras masticaba su chicle y pasaba la caja de cervezas pasada de la media noche, el chico miraba con desinterés a los dos grupos ubicados en lados opuestos del otro se dedicaban miradas de odio.
—Ni siquiera es un lugar tan pequeño —masculló Chan mientras bajaba su cabeza entre los estantes—. ¿Por qué siempre nos los topamos?
—¡Te ves ridículo agachándote! —exclamó uno de los chicos del otro bando, mientras los otros dos reían de la gran burla.
—¡Eso no dijo tu madre anoche! —le respondió Chan, chasqueando su lengua—. Idiotas.
—¿Podemos irnos? —bostezando y desinteresado, SeungMin sacó una pequeña botella de cerveza del refrigerador, mirando su sabor y regresándola con pésame—. Mañana tengo que levantarme temprano y-
—¡¿Ir a chuparle el pene al señor Oh?! —gritó otro chico del otro lado, interrumpiendo a SeungMin—. ¡Porque sé que le gustará eso!
SeungMin cerró los ojos para mantener la calma, pero los ridículos sonidos de besos que los otros tres chicos emitían solamente hacían que sus venas se alteraran.
—¿Ya encontraste lo tuyo? —masculló, molesto, sin mirar a MinHo.
Y él, por su parte, tenía casi de la mitad de su cuerpo metido en el refrigerador de la esquina, corriendo cajas y botellas de vidrio de cerveza hasta que, canturreando victoria, estiró su brazo hasta encontrar su deseado.
—Soju sabor durazno —cantó MinHo, sonriendo mientras veía la botella—. Siempre hay una de repuesto.
Lee SangYeon, Kim YoungHoon y Lee JaeHyun eran los tres chicos más irritantes del lugar, y eso podía verificarlo cualquiera.
Música alta los lunes de madrugada, gestos vulgares en las esquinas de las calles y siempre rociando cerveza a aquellos que ellos no les simpatizaban. Desde que habían salido de la escuela se convirtieron en una pesadilla para cualquier ciudadano de Stayville, tan así que, MinHo había escuchado una vez que desde el ayuntamiento habían pedido que controlaran la situación.
Pero a quién le importaba el mal comportamiento de los tres chicos cuando ellos mismos se habían dedicado a hacer un infierno la vida de Chan, MinHo y ChangBin en la escuela, pero a nadie le gustaba hablar de eso porque el segundo trío era igual de culpable que el primero.
—No tengo intereses en seguir con esto —manifestó SeungMin, molesto, mirando a MinHo—. ¿Puedes pagar e irte?
—¿Sabes qué?, haré exactamente lo contrario que me pediste-
La campana de la tienda de convivencia sonó, y Lee SangYeon, Kim YoungHoon y Lee JaeHyun salieron del lugar. Chan y MinHo soltaron un prominente suspiro de alivio, mientras que SeungMin tomó la botella de soju de MinHo y se encaminó hacia la caja.