27

63 6 2
                                    

"BUENA LECTURA HERMOSO ÁNGEL"

Nictofilis.









Wonyoung tocó la puerta varias veces antes de finalmente dejarla tranquila y esperar a que atendieran.

Pasó la correa de su mochila sobre su delgado hombro y colocó un mechón de cabello detrás de su oreja. Mientras esperaba comenzó a jugar con su propio peso balanceándose hacia atrás y hacia adelante como si tuviera 8 años pero sin dejar de verse adorable para algunos transeúntes que la miraban asombrados por la semejante belleza de la menor.

Apenas tenía 16 años pero gracias a su rango su cuerpo se había desarrollado más últimamente. Estaba creciendo y aquello le hacía sentir orgullosa y cada que podía se lo restregaba en la cara a Huening Kai. Ambos eran amigos desde pequeños, cuando el castaño se había mudado y ella tenía apenas 4 años. Su relación no había comenzado de la mejor manera, pues pese a que Huening Kai era bonito también era muy grosero. Eran vecinos, sus casas estaban justo frente a la otra, así que por lo regular se veían mientras salían a jugar en el patio. En una ocasión Wonyoung se había cansado de jugar sola así que quiso invitarlo a jugar con ella, miró a ambos lados de la calle como su madre le había dicho y cuando se aseguró de que no había ningún auto cruzo rápidamente hasta que llegó al otro lado.

El castaño tenía una casa grande pero no tenían reja o barandal que impidiera que ella pudiera entrar a su patio y fue ahí donde lo vio, sentado en la acera fuera de la puerta de su hogar. Se le acercó con una enorme sonrisa porque su madre siempre le había dicho que una bonita sonrisa podía poner feliz a cualquiera, y ella realmente quería hacer feliz al bonito niño triste.

Cuando estuvo frente a él lo saludo con un suave “Hola” para llamar su atención, pero arrepintiéndose de inmediato cuando su pequeño corazón se aceleró como un loco asustándola al creer que se le saldría del pecho en cuanto cruzó miradas con él, así que para evitar que escapara se llevó la mano en donde su corazón saltaba.

Se sintió extraña porque por lo regular hablaba tranquilamente con cualquier persona, niño o adulto no le era difícil hacer amigos, pero el niño bonito era diferente porque ahora ya no sabía cómo pedirle que jugara con ella, mucho menos cuando la miro de una forma muy fea.

Pero lo dejo pasar y sonrió aún más extendiendo sus manos mostrándole la pelota amarilla adornada con dibujos coloridos.

-¿Quieres jugar conmigo?- preguntó felizmente trasmitiendo una ola de alegría que desgraciadamente no pareció afectar en absoluto al menor quien no le contesto y en cambio se levantó de un salto y sin explicación alguna la empujo lo suficientemente fuerte como para hacerla caer hasta el piso manchando la bonita ropa que traía y haciendo que soltara su pelota.

-¡Déjame solo niña tonta!- le gritó molesto mientras apretaba sus puños en un arranque de ira que logró asustar a la más pequeña.

Wonyoung apretó sus finos labios cuando los ojos comenzaron a dolerle, se levantó rápidamente y mientras sollozaba miró unos momentos al niño que seguía viéndola con molestia para después alejarse corriendo de ahí lo más rápido posible.

Huening Kai la miró alejarse con el ceño fruncido ahora sintiéndose culpable por haber hecho llorar a la niña fastidiosa, sus ojos se detuvieron en la pelota brillante a unos pasos de donde él estaba, se acercó y la tomó delicadamente para después apretar sus labios y volver a entrar a su casa.

Al siguiente día el castaño había cruzado él solo la calle para devolverle la pelota, sin embargo no se disculpó con ella, pero eso a Wonyoung no le importó en absoluto, porque había hecho algo bueno por ella, así que a partir de entonces había intentado acercarse más al niño bonito sin modales. A pesar de las cientos de peleas que tenían día con día, a pesar de las cosas feas que le decía, a pesar de que en ocasiones la empujara y jalara sus cabellos, ella no se dio por vencida.

𝗦𝗘𝗟𝗖𝗢𝗨𝗧𝗛 - 𝗝𝗨𝗡𝗚𝗞𝗔𝗜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora