Capítulo dedicado a @kozumekenmachapame. Espero que estés genial, te agradezco el apoyo guapo <3
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¡Han entrado Palermo, por el techo! - Escuchó por la radio Palermo, mientras corría hacia dónde estaba Helsinki.
Tokio, ¿por qué no tenían la radio encendida? - Le preguntó Palermo, nervioso. - ¡Helsinki no contesta, estamos yendo a ver qué le pasó!
Tokio se cubrió de un disparo de un militar.
¡Ustedes intenten retenerlos! - Ordenó Palermo a Tokio.
Eso es lo que estamos haciendo, joder. - Contestó molesto Denver.
Realmente estaban intentando abatir a algún militar, pero parecía imposible. Disparar a alguno de ellos era muy difícil. Más difícil que las pruebas de tiro. Más difícil que defenderse de Arturo. Más difícil que cualquier otro disparo que hubieran tenido que hacer. Se notaba que eran militares de élite.
¡Nos disparan! - Dijo Palermo, por la radio.
El hombre se encontraba en la planta superior del edificio, buscando a Helsinki. Se podían ver a los militares, protegiéndose con unos escudos y entrando por el techo.
Lisboa y Estocolmo, que estaban con Palermo, también disparaban.
En medio de todo el polvo de la explosión, Palermo encontró a Helsinki. Estaba en el suelo, con una columna muy pesada sobre la pierna. Parecía muy adolorido.
¡Gordo, estamos acá! - Le dijo Palermo. - Chicas cúbranme.
Lisboa y Estocolmo obedecieron, cubriendo a Palermo. Él fue hacia Helsinki, para ayudarlo.
Llegó a él, y se protegió de los disparos con la columna que aplastaba la pierna de Helsinki.
¿Estás bien, gordo? - Le preguntó Palermo.
La pierna duele. - Contestó Helsinki.
Voy a intentar mover esto. - Lo tranquilizó Palermo.
No vas a poder, yo he intentado. - Le dijo Helsinki.
Palermo lo intentó y, como había dicho Helsinki, no sirvió para nada.
Necesito más fuerza. - Dijo Palermo, después de empujar con todas sus fuerzas.
Sacó la radio.
Río, vení. - Ordenó. - Y traete chaleco antibalas.
Río llegó corriendo con chaleco antibalas, como le había pedido Palermo.
¿Qué está pasando aquí? - Preguntó, al ver todos los disparos y a los militares dentro.
¡Vení acá! - Le ordenó Palermo. - Ellas te cubrirán.
Río muy asustado fue hacia Palermo, esquivando algunas balas.
¡Tenemos que mover la columna! - Gritó Palermo, ya que no se escuchaba anda por el ruido de las balas.
Río asintió, e intentaron mover la columna.
Solo un piso más arriba estaban Tokio, Roma, Denver y Manila disparando a los militares, que ya casi habían entrado todos en el banco.
Cuando entró el último militar en el Banco, Tokio gritó de ira: No habían conseguido darle a ninguno.
Abajo, Palermo y Río empujaban con todas sus fuerzas, intentando mover la columna. Lisboa y Estocolmo estaban disparando a los militares, que estaban muy bien entrenados.
¡Mierda! - Gritó Palermo, por la radio. - ¡Necesitamos ayuda!
Él, Río y Helsinki no podían disparar. Y Lisboa y Estocolmo no aguantarían mucho más.
Roma miró a Tokio.
Tenemos que entrar. - Dijo Roma.
Tokio sabía que eso era peligroso, pero aceptó.
Vamos. - Dijo.
Se acercaron las cuatro hacia el agujero que habían hecho los militares.
Vale, - dijo Tokio apartándose - hay que entrar rápido. Si un militar nos dispara mientras estemos bajando por la cuerda, estaremos muertos.
Manila, Denver y Roma asintieron.
Yo iré primera. - Dijo Tokio. - Cubrirme.
Así lo hicieron. Tokio se cogió de la cuerda que habían usado los militares para entrar y se deslizó, mientras que Roma, Manila y Denver la cubrían.
¿Quién va el siguiente? - Preguntó Manila.
Va, yo. - Contestó Roma.
Imitó a Tokio: se cogió de la cuerda, y saltó hacia el suelo.
Corrió hacia donde estaba Tokio, y se unió al tiroteo.
Tokio y Roma estaban en una buena posición, ya que estaban detrás de los militares. Estocolmo y Lisboa les disparaban desde delante, y Tokio y Roma desde detrás.
Vieron bajar a Denver, y lo cubrieron para que los militares no le dispararan. Más tarde, bajó Manila y se reunió con ellos.
Palermo y Río seguían intentando liberar la pierna de Helsinki.
De repente, el comandante Sagasta gritó: ¡Ahora!
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Roma ~ La Casa de Papel [Parte 3]
FanfictionQuién diría que de ser una chica a la que le gusta disfrazarse, pasaría a formar parte del atraco más grande de la historia. El Profesor había puesto 3 normas, pero las normas están para romperse, ¿verdad? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~...