• Between Realities •

Capitulo 3: "La Confusión"

El ambiente se había puesto tenso. ¿Quien era ese? ¿Por qué había llamado Gwen a T/n? ¿Ella lo conocía? ¿Por qué se parecía a Remus? ¿Por qué había llegado detrás del que parecía ser el hechicero del cual T/n y Peter hablaban? ¿Por qué al verla sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción?

Luego de unos segundos que para la mayoría parecieron horas, el recién llegado comenzó a acercarse lenta y sutilmente a T/n, la cual solo lo miraba nerviosa.

- ten cuidado con lo que harás, Peter - le dijo con nervios el mejor amigo del morocho, quien curiosamente también se llamaba Peter -

T/n estaba demasiado nerviosa al ver qué ese chico se le acercaba cada vez más; no sabía que era lo que iba a hacer o cómo reaccionaria ella; entonces el se detuvo. Estaban a muy pocos centímetros uno del otro, el joven miraba cada parte de su rostro, y en sus ojos se divisaba la emoción y admiración.

Todos los miraban sin entender absolutamente nada de lo que sucedía; algunos observaban al chico con desconfianza, otros con enojo y otros con curiosidad. El hechicero estaba más confundido que todos los presentes juntos, y no veía la hora de poder salir de esa habitación; entonces, el chico habló.

- Gwen... No sabes cuánto te extrañé - dijo tomando el rostro de T/n con sus manos -

- pero yo no soy Gwe- no pudo terminar su frase cuando el chico la interrumpió sellando sus labios húmedos sobre los de ella y no pudieron evitar ambos cerrar los ojos -.

La besó. La besó y fue hermoso. Tomó con una de sus manos su mejilla y acercó su rostro más al suyo. El beso fue suave y lento, sus labios se movían sincronizados, como si supieran que era lo que debían hacer para volver el beso más intenso. Por un momento ambos habían olvidado que estaban en una habitación rodeados de personas que estaban presenciando esa escena. Lo único que les importaba en ese momento era el beso, fue un beso mágico; T/n nunca hubiera imaginado que un beso podría ser tan lindo e intenso al mismo tiempo; hasta que repentinamente comenzó a sentirse incómodo, pues el chico tenía que agacharse para besarla y no entendía el porqué; nunca se le había hecho incómodo besar a Gwen. Al abrir los ojos el joven vió que en el lugar en donde se encontraba la que el creía que era la chica a la que amaba ahora había una niña de no más de catorce años. Al darse cuenta de lo que había pasado la chica se separó rápidamente de el tratando de no sonrojarse aunque fue en vano, sus mejillas ya estaban de un color tan rojo como un tomate y le ardían de la vergüenza. Nadie parecía entender que era lo que estaba pasando, excepto los provenientes de los mundos mágicos, osea, "el trío de oro", "los merodeadores" y los reyes y reinas de Narnia. Ellos sabían que eso era normal en ella; que siempre cambiaba de formas, en cambio ella estaba muy avergonzada. ¿Por qué su forma tenía que cambiar en ese momento? ¿Por qué cambió todo su cuerpo y no solo su cabello o sus ojos? ¿Que estaban pensando todos los que nunca la habían visto cambiar?.

- wow niña, eso nunca lo esperé - comentó Strange, rompiendo el silencio incómodo - sabía que eras rara, pero no una rara cambia formas. Eso es...

- es genial - comentó Peter Parker, tratando de animarla - eso es genial T/n.

- ¿T/n? - dijo confundido el chico que había acabado de besar a la niña - tu... Tu no eres...

- yo no soy Gwen - completó la joven que ya había vuelto a su forma habitual - mí nombre es T/n.

- ¿Cómo hiciste eso? - preguntó entre curioso y confundido el que traía puesto un gorrito de lana - ¿Cómo pasaste de ser una adolescente rubia a... Una niña de trece años castaña y pequeña?

- catorce - corrigió la niña -

- ¿Que? - preguntó más confundido el joven Jones -