6/2/22.
La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo...
La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo... En ese entonces yo pensaba que él era mi mejor amigo (y sigo creyéndolo) aunque él no lo supiera, y mucho menos yo supiera algo de él. Lo único que sabía de él era su nombre, que se había saltado un año y que por eso él iba a entrar a secundaria antes que yo. En ese entonces yo apenas tenía 12 años, cuando ya se aproximaba la fecha de graduación, él pasaría a primero de secundaria y yo pasaría a sexto. Yo era una persona muy tímida, pero estaba muy orgullosa de él, aunque no lo demostrara. Siempre había sido una persona fría con él, pero aún así seguía buscándome para hacerme reír y distraerme de mi lectura de ese momento. También platicábamos de cosas banales y me sentía bien a su lado. Pero repito, era y sigo siendo una persona demasiado tímida y con bastantes inseguridades y eso me hacía sobre pensar en todo lo que podría pasar si hacía algo o actuaba diferente.
Recuerdo una vez, cuando empezaba a usar lentes, que no me gustaba que los demás me vieran con ellos puestos, así que los guardaba cuando salía del salón y de la escuela. Un par de días después le conté a él sobre mi problema de visión y que no me gustaba usar lentes en público. Y él me dijo "A ver, póntelos." Y yo solo lo hice, entonces me dijo "Mira, lo que diga la gente sobre ellos no importa, no creo que se fijarían en eso si quieren acercarse. Además te ves bien con ellos, déjatelos así." Seguramente para él no fue más que un comentario para alegrarme e incitarme a usarlos por mi bien, pero para mí fue otra cosa. Que él me dijera esas palabras, y sobre todo que yo me veía bien, me alegro mucho, y él en realidad no sabe cuánto me ayudo con eso. Seguramente después de un tiempo yo me resignaría a usar los lentes en público, pero el hecho de que me subiera un poco mi autoestima, que siempre fue bastante baja, hizo que yo aceptara con gusto algo que formaría parte del resto de mi vida, y así ser un poco más feliz con ellos.
Hubo muchas veces en las que yo sentí una gran admiración a alguien que solo tenía un año más que yo, quien seguramente solo los vio como momentos más en su vida. Y la peor parte es que, simplemente no se lo podía decir, mi conciencia no me permitía decir algo que fácilmente se podría mal interpretar como si yo quisiera ser algo más que amigos y yo no quería algo así. Yo lo veía como el hermano mayor que nunca tuve. Es por eso que, cuando se acercó su graduación de primaria decidí hacerle una carta, ya que no nos veríamos tanto como antes. Así que le pedí a mi madre que me regalara unas hojas a rayas especiales con animalitos por el margen y un sobre blanco para poder poner ahí todo lo que quería decirle. Todo eso que no podía decirle en persona por mi timidez o por lo que dirían los demás o por lo que creí que él podría pensar sobre mí después. Estuve escribiendo borrador tras borrador en un cuaderno, intentando no olvidar ningún detalle y escribiendo lo más rápido posible. Cuando la tuve eran cuatro hermosas páginas llenas de un sentimiento de inexplicable admiración que sentía en ese momento y desde hace ya mucho tiempo. Entonces me entusiasme tanto que se la enseñe a mi madre y ella la leyó, yo solo quería escuchar que era una gran carta y eso me dijo pero también me dijo otra cosa.
"Hay cariño, esta es una increíble carta, de verdad, pero no creo que puedas dársela. Aunque al principio expliques que no es nada que ver con una declaración, tus palabras y sentimientos tan sinceros hacía él lo hacen ver de esa manera, una en que parece el tipo de amor que sientes hacia alguien que te gusta, y yo sé que eso no es lo que sientes hacía él ¿verdad? Yo creo que tú eres una de las escasas personas en este mundo que pueden sentir intensamente, y los diferentes tipos de amor no siempre son tan claros para las personas como para ti lo son, ni tan intensos, ni tan fáciles de diferenciar entre el amor de alguien que gusta de alguien más o el amor hacia la familia. Este tipo de amor hacia los amigos es menos reconocido y mucho menos a tu edad, ¿comprendes? Lo siento mucho cariño, en verdad." Eso me hizo pensar de verdad en lo que los demás pensarían si me acercaba con mi actitud tímida de siempre con una carta en mano dirigida hacía mi mejor amigo y que le dijera que si podía leerla en privado era más que claro que podrían malinterpretarlo todo. Me sentiría incómoda y, sobre todo, él se sentiría incómodo si alguien empezara a bromear con algo sobre que él me gustara a mí.
Entonces hice lo único que creí que sería mejor. Escribí otra carta. Esta era más corta, con dos simples líneas de felicitación, muy secas a mi parecer, pero era lo que creí mejor para poder seguir como si nada. Era lo mejor, aunque no pudiera expresar mi gratitud con ella.
El día llego y yo no quería darle esa carta a él, quería darle la primera, pero la había dejado en casa, solo traía la segunda. Pensaba en hacer como si nada, cuando mi madre me dijo que lo buscara. Así que no tuve más remedio que hacerlo. Lo busque un rato, hasta que lo encontré con sus amigos. Siempre me ha dado cierto miedo de hablar con personas mayores y que no conocía, además de mis pensamientos de más y lo que mi madre me había dicho, era una situación muy incómoda para mí. Así que me decidí por hacerlo rápido. Lo llamé y todos me voltearon a ver, rápidamente le dije que la carta era de parte de todo mi salón y que era una felicitación por graduarse y salí corriendo de ahí. Después seguí como si nada y regresé con mi madre. Cuando se estaba acabando el evento y todos se empezaban a ir, el me encontró y pregunto si de verdad era de todo mi grupo o solo de mi parte, a lo cual yo no pude mentirle así que le dije que era de mi parte. El me agradeció y se fue.
Y como pensé que pasaría, ya casi no nos veíamos, éramos cada vez más distantes. Al principio nos saludábamos cuando cambiaban a los de primaria a otro lugar para esperar a sus padres y los de secundaria pasaban por ahí. Luego solo nos decíamos hola y cada quien para su lado. Hasta que dejamos de hacerlo. Yo siempre lo buscaba con la mirada pero no me atrevía a salúdalo, por mi maldita timidez hacia los mayores. Y él no me veía. Y pronto nos convertimos en extraños. Pero sigo considerándolo mi mejor amigo.
¿Y la primera carta? ¿Qué pasó con ella? No la tiré, la tengo guardada, en un lugar muy especial, y rara vez la saco para leerla de nuevo. A pesar de que ahora veo que en realidad no decía tanto como quería en ese entonces pensaba que sí. Pero sí...
La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo...
M. Chamay bat
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Relatos escritos con una taza de café y un poco de música.
RandomRelatos ligeros que varían entre temas que pueden ayudarte a salir un momento de la realidad, pero que no siempre se alejan de ella. Todo lo que tienes que hacer es relajarte, con una buena bebida y quizás un poco de música tranquila. Disfruta tener...