어머니 [Tokyo Revengers]

Hijo mio....detente, por favor.

Hanagaki Takemichi no podía estar más decepcionado y desesperado. No había logrado cumplir con su deber, Hanemiya Kazutora logró apuñalar a Baji Keisuke y este, aún que seguía con vida, se encontraba a punto de suicidarse.

-¡Perdónanos, Mikey!- Bajando el cuchillo, apunto a su estómago. Ahora podia descansar en paz, de seguro Mikey perdonaría a Kazutora y volverían a los viejos tiempos.

-¡¡¡¡Keisuke!!!!- El grito desgarrador de una mujer fue la causa de el detenimiento de toda acción por parte de los pandilleros.
-Por favor. No lo hagas.- La desconocida no era nada menos que Baji Sadako, Madre del capitán de la primera división de la Tokyo Manji Gang.

-¿¡¡Mamá!!?-

-¿Eh?...¿¡¡Eh!!?- Los presentes no caían de la sorpresa. No sabían que estaba pasando, pero tenían una duda aún más grande, Aquella hermosa mujer ¿Era Madre de ese bruto? ¿Como era eso posible?

-B-Baji-san.¿Ella es t-tu...?-

-Silencio.- La mirada que el mayor le dirigió basto para hacer callar a varios.
-M-Mamá. ¿Que haces aquí?- Bajo del montículo de autos y se dirigió a consular a quien le dio la vida.

-Keisuke, ¿Que es lo que ibas a hacer?- Las lágrimas comenzaron a caer al imaginar como el cuerpo de su hijo perdía su calor.
-...¿T-Tan mala Madre he sido?-

-¿Que...? N-No...¡No lo eres, ni nunca lo serás!- No quería que su progenitora pensara eso.

-Siento dejarte solo tanto tiempo.-

-¡No es así!-

-No volveré tan tarde del trabajo, te comprare y dejare que tengas todas los gatos que quieras. Te daré toda mi atención. Así que por favor....no lo hagas.- La imagen de la mujer removió algo en los corazones de los presentes. Estos comenzaron a mirar mal al menor, pensando en lo malagradecido que era.

-¡No es tu culpa! No eres una mala madre, no necesito nada más. Se que llegas tarde por darme una mejor vida y no me quejo de esta, me gusta como es. Así que por favor, no pienses que es tu culpa. No pensé con claridad, perdóname Mamá, no lo volveré a hacer.- Abrazo con fuerza el cuerpo de su madre, no queriendo soltarla por el resto de su vida.

-....¿Entonces, que esta pasando? ¿Que fue lo que te motivo a este límite?- Pregunto devolviendole el abrazo.

-Eso...- De repente perdió el conocimiento, se había olvidado de aquella herida en su espalda.

-¿Keisuke?....¡Keisuke!-

-¡Llamen a una ambulancia!- Fue en ese momento en el que los adolescentes salieron de su trance. Varios reaccionaron tomando sus teléfonos. Mikey se acercó a la mujer

-No se preocupe. La ambulancia estará en camino.-

-No llegarán a tiempo....de camino hubo un accidente, la calle cuatro esta bloqueada.- Levanto con esfuerzo el cuerpo de su hijo, no sin antes romper parte de su camisa y vendar la herida de Keisuke evitando que se desangrara.

-¿Que va a....? ¡Señora!- Mitsuya vio como la mayor corría con su amigo en brazos.

-Mitsuya, Draken. Acompañenla.- Ordeno el Sano.

-¡Entendido!- Ambos siguieron a la, desesperada, madre.