Entro al bar dispuesta a bajar al búnker, todo lucia normal, las mismas mesas, misma barra, mismos estantes, mismos Roy y Sin. Me detengo al verlos, el castaño se da cuenta de eso ya me sonríe malicioso.
—Camille.
—No—Me niego antes de que hable—No te ayudaré—Sigo mi camino.
—Por favor Camille—Suplica aproximadose a mi—Sin no quiere ser la carnada—Bufo.
—¿Crees que yo quiero hacerlo?—Me cruzo de brazos.
—No lo hará Roy—Ambos vemos a Sin—La niña mimada no está dispuesta a ayudar, su cabello puede despeinarse—Respiro profundamente tratando de no decir algo hiriente—Luce como una zorra pero solo es una idiota—Susurra, me acerco a ella pero Roy me sostiene.
—Lo haré—Gruño.
—¿Lo haras?—Preguntan Roy y Sin al mismo tiempo.
—Eso creo—Bajo mi tono de voz al notar que no es tan buena idea.
—Solo tengo que decirle a Oliver que no podré ayudarlo hoy con el.... Con la empresa—Me corrijo antes de arruinarlo.
—Esta bien—Dice Roy—Ire a preparar todo.
(...)
Estar en la esquina de un callejón con un vestido diminuto, tacones altos, demasiado maquillaje y con el aire frío chocando con mi rostro no era mi definición de fin de semana perfecto pero tenía que probarle a Sin que era más que una niña mimada que no se de donde se le ocurrió decir aquello.
Un auto color rojo se acerca y mis nervios aumentan, como dijo Roy el se acercaría a mi lo cual me sorprendió un poco, ya había rechazado a varios hombres molestos e insistentes, diablos a veces si los odiaba más de lo normal. El sujeto baja la ventana y su mirada de arriba a bajo me incomoda.
—¿Eres nueva?—Pregunta.
—Tenía que empezar—Hago una mueca.
—Sube—Ordena y hago caso.
El camino es silencioso y eso me pone más alerta, mis manos sudan y mantengo mi vista al frente. Nos detenemos en un estacionamiento.
—Que lindo—Gruño al ver el lugar.
—Eres bonita—Siento mi estómago revólverse.
—Y tu un idiota—Intento salir del auto cuando se acerca a mi.
Es imposible ya que la puerta tiene seguro, el sujeta mi cabello con fuerza para que no pueda escapar. La puerta del piloto sale volando y Roy saca del auto al hombre. Todo pasa muy rápido, Roy golpeando fuertemente al hombre, Sin tratando de calmarlo y después ella es golpeada por Roy. Salgo del auto y corro a ella.
—¿Estás bien?—Me agacho para verla, ella solo gruñe.
(...)
—¿Porque te importa maldita hipócrita?—Ruedo los ojos al escuchar a Sin hablar, solo intentaba ayudarla.
Roy conduce al hospital, Sin y yo vamos en la parte detrás del auto mientras Sin trata de no dormir por el fuerte golpe, su cabeza sangraba un poco.
—¿Cuál es tu problema?—Digo cansada.
—¡Tú!—Gruñe más fuerte.
—No se lo que te hice pero tienes que detenerte—Ataco.
—Mentirosa—Bufa—Le dijiste a todos que que era una maldita huérfana—Me mira fijamente.
—¿Qué?—Pregunto confusa y sin creerlo—Yo jamás he dicho algo como eso, tu eres quien me comenzó a llamar niña mimada y zorra—Explico ofendida—Yo jamás diría algo así ¡Jamás!—La miro con sinceridad.
—Yo tampoco dije aquello—Baja su tono de voz.
—Tiene sentido que me tratara así al creer que dije aquello—Hablo después de un rato.
—Por que no mejor lo resuelven después—Roy está nervioso, lo sé.
—Pero no entiendo quien te dijo eso—Sin mira a Roy y lo entiendo todo.
Nuestra miradas se cruzan por el espejo y mis ojos se cristalizan, Roy evita mi mirada.
(...)
—¿Entonces estará bien?—Le pregunto al médico.
—Si, solo fue una pequeña contusión—Le sonrío y el sale de la habitación del hospital.
—Espero que te mejores Sin—Confieso.
—Gracias—Responde avergonzada, estoy dispuesta a irme pero ella me detiene sosteniéndose de mi brazo—Lo siento Camille, no debí creer aquello tan rápido.
—Yo también lo siento—Le regaló una media sonrisa.
Salgo del consultorio y me encuentro con Oliver, buscaba a Roy pero el desapareción después de traernos al hospital pero no me quejaba de ver el rostro de Oliver.
—Escuche lo que pasó—Ambos caminamos a la salida—¿Estás bien?—Pregunta con preocupación.
—Lo estoy—Tranquilizo—Sin se llevó la pero parte—Golpeo mi hombro con el de Oliver.
—Debiste llamarme, puede ayudarte—Habla con molestia, sabía que no estaba enojado conmigo.
—Puedo cuidarme sola—Digo feliz ante su preocupación—De echo...—Me detengo al ver a Roy, el me mira y comienza a alejarse. Corro detrás de el—Roy—Lo llamo pero me ignora—¡Roy¡—Grito sujetandolo de su sudadera roja—¿Porque hiciste eso?—Pregunto dolida.
—Es difícil de explicar Camille—Evita mi mirada.
—¿Porque mentiste de esa manera?—Hablo desesperada—Eres mi amigo—Chillo.
—Sin dijo que estaba enamorado de ti—Decide hablar después de un rato—Dijo que te lo diría así que le dije que habías dicho que era una huérfana, ella dejó de hablarte y te dije a ti que Sin hablo mal de ti para que no hablarán—Lágrimas bajan de mis mejillas—No quería que te lo dijera por qué se que no sientes lo mismo Camille pero yo siento algo por ti y no quería arruinarlo—Nada sale de mi boca solo puedo llorar.
—¿Te gustó?—Pregunto con mido de la evidente respuesta.
—Por supuesto, quien no se enamoraría de ti—Me toma de la mano—Eres molesta, enfadosa, divertida, inteligente no puede evitarlo—Baja la mirada—No es tu culpa, yo me alejaré—Lo miro—Es lo mejor para ambos—Comienza a alejarse lentamente.
—Roy—Chillo cuando me suelta de la mano—Roy—Lo miro irse.
No sabía que sentir, estaba enojada, triste y confundida.
Alguien pone su mano en mi hombro y me giro para abrazarlo, se que es el.
—Esta bien—Susurra.
—Oliver lo arruine todo.