La Mariposa Cósmica

Capítulo 166: Los Hermanos de la Luna

Pov 3ª Persona

Con el poder de los astros el semidiós de la luna lanzaba miles de armas desde los portales creados al mismo tiempo en dirección a Kyoko, la cual no tuvo más opción en mantener distancia y generar un vórtice luminoso que los rechazaba y absorbía con el fin de neutralizar la gigantesca sucesión. Sin embargo ella sabía que no podría detenerlo completamente, y para su consternación los agujeros negros aumentaban, y con ello el número de espadas y otros artefactos afilados crecía desmesuradamente, lo que dificultaba mucho más a la pelivioleta para intentar detenerlos. El villano sonreía complaciente y de una forma sádica, de modo que también agregaba parte de su poder divino para no sólo aumentar la potencia, sino que también trataba de intensificar la dureza del hierro en un brillo negro capaz de romper cualquier defensa.

--¿Lo comprendes ahora? No puedes ganar, en la cima solo puedo estar yo, las familias importantes como lo son de nuestro padre debe existir un único hermano, por eso no me eres necesaria. ¿Te imaginas si alguna vez derroco a Izanagi? Sería estupendo, todos me llamarían el rey supremo, un título perfecto para mí.--Comentaba el semidiós sonriente aumentando la velocidad de sus espadas que salían de aquellos portales, los cuales impactaban en el vórtice. Sin embargo hubo cierto momento que una especie de rotura se vio adentrarse en el gran escudo, lo que le hizo sonreír al joven.

--《Rompió el vórtice? Se supone que esa técnica no es más que un lanzamiento de armas desde numerosos agujeros con la formación del movimiento de astros, pero debe estar combinando la oscuridad de la luna para potenciarlas, eso claramente agota la durabilidad del usuario en gran medida. ¿Qué estará pensando hacer?》--Analizaba la pelivioleta bastante dubitativa pasando a romper el vórtice y correr velozmente. Obviamente las espadas la perseguían,desde distintas direcciones, por lo que ella trataba de evitarlas cambiando de ubicación o lanzando cuchillas lunares mediante tajos horizontales, más eso no evitaba que aparecieran más y más como un número infinito.

--Jajajaja, ¿ves? ¿Lo ves? Tu poder es muy inferior, el mio no carece de potencia y puede romper defensas frontales como la que acababas de hacer, soy todopoderoso. Alábenme, adórenme, seré el rey supremo que se encuentre encima de todos, no hay mejor persona que yo, el invencible Kaoru.--Se alababa de manera arrogante el hijo de la luna con prepotencia observando cómo se desarrollaba Kyoko con las espadas, de modo que cerró los ojos deduciendo que la victoria ya estaba de su parte, no tenía que intervenir más, todo sería un proceso automático.

--Que orgulloso, crees que has vencido pero ni siquiera puedes seguirme el ritmo, patético. Un semidiós de la luna no tiene que ser extremadamente fuerte, sino también inteligente y saber analizar el momento concreto con la fugacidad que te da los movimientos de los astros y sus derivados, además que la luna no es especialmente potencia, sino un breaker, precisión pura, y es lo que yo tengo.--Dijo Kyoko con dureza corriendo a gran velocidad evadiendo las armas afiladas con agilidad, entonces liberó su técnica divina "Tormento de la Oscuridad Eterna", en el que paró en seco girando su cuerpo 180 grados al mismo tiempo que la cuchilla en dirección rotatoria continua, de modo que un gran torbellino en forma de ventisca negra consumía las cuchillas sin más, y con ello parte del cuerpo de su enemigo acabó por destruir a los portales con éxito.

--¿Qué? ¿Has podido hacer eso en tan poca cantidad de tiempo? Maldita mocosa, eres demasiado impertinente, pero tú lo has querido, te demostraré parte de mi poder, acabas de cumplir tu condena de muerte frente al más fuerte de todos los tiempos.--A pesar de todo Kaoru se mostraba orgulloso ya que en todo momento tenía muchas firmas de matar a su hermana, y una de ellas no era aquel ataque sincronizado de portales. Asimismo al utilizar su técnica divina "Rugido de Lobo" liberaba de su guadaña una barra ascendente de tres ráfagas en forma de garras de oscuridad con el fin de destrozar a su oponente, pero todo era inicio del plan propuesto por él.