Capítulo 18.[Fin del libro]

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Hay muchas personas que necesitan de objetos materiales para tener una vida; pero, yo digo que no es así. Solo el amor, el cariño, la confianza y la ayuda mutua son suficientes para crear un ambiente agradable y lleno de felicidad al lado de las personas que realmente amas y que te aman con locura.

Allí, justo bajo la oscuridad de una Luna que comenzaba a desaparecer dos personas que no habían podido lograr la completa felicidad luchaban por conseguirla así sea con una base de sacrificio o de un instante de tiempo que podría ser el último para ellos.

Jimin aceptó la propuesta de Jungkook, pero ¿cómo no aceptar? Si era todo lo que había deseado en su vida. Y ahora que solo tenía un momento para amarlo, un único momento que podría no repetirse no lo iba a desaprovechar.

Las gruesas manos de Jungkook acariciaban la fina piel de su chico mientras retiraba la ropa muy lentamente. Su corazón latía fuerte dentro de su pecho, parecía un caballo desbocado y libre, así quería sentirse, libre y amado después de lo que estaba a punto de hacer.

El frío nocturno rozaba la piel sensible y febril de Jimin alzando sus vellos de punta. Su garganta seca trataba de tragar la saliva que en su boca no había solo para calmar sus nervios. En ese instante su malestar había quedado en otro plano, y a pesar de que el lugar no era el adecuado quería vivir y guardar aquel recuerdo en su memoria.

—Tengo miedo— fueron sus palabras temerosas en aquel momento.

No sabía cómo iba a ser su vida a partir de allí. No era consiente de todos los peligros y retos a los que tenía que enfrentarse solo por defender lo que todos sus ratitos lúcidos le habían hecho fantasear una y otra y otra vez durante mucho tiempo.

—No temas, estás conmigo, yo te protegeré.

Y así es el amor. Defiende y lucha a capa y espada la felicidad de la otra persona. No somos conscientes de que amamos a alguien hasta que decimos: yo daría mi vida por ti. Y no solo me refiero a la pareja, sino también a la familia. Yo daría la vida por mi madre, esa que tantas noches en vela pasó cuando me ponía enferma, la que tantos consejos buenos me brindó cuando no sabía por qué camino conducir mi vida. Yo daría mi vida por mi padre, ese que fue siempre mi bastón, mi fortaleza, mi defensor. Yo daría la vida por mi hermana, ella que tantas sonrisas sacó de mi boca, mi fiel confidente y maestra. Esa es una verdadera muestra de que ese sentimiento derrumba barreras y fronteras. Que somos capaces de todo solo por permanecer un instante más con ellos.

Y ustedes harían lo mismo...

La ropa calló, solo sus pieles se tocaban, se sentían sin nada que entorpeciera aquellas caricias que los mantenían vivo.

—Te quiero Jimin— besó los que para él eran los más dulces labios que jamás había probado— siempre te voy a amar.

—Yo también te amo, nunca lo olvides. Independientemente de lo que pase hoy quiero que sepas que siempre estarás en mi corazón.

Sus manos se recorrían por completo. Aquellos toques se volvieron más profundos con cada segundo que pasaba, y es que cada segundo contaba como el último de una vida o el primero de otra.

Y allí hicieron el amor. Se exploraron con devoción y respeto, pasión y confianza sin condición.

Jungkook hizo todo lo que estuvo a su alcance para salvar la vida de la única persona que lo había entendido en su mundo. Porque aunque no lo pareciera, ambos eran iguales, compartían lo mismo y coincidían en la mayoría de los criterios. Juntos formaban la naranja completa, esa que muchos desean pero que no todos pueden lograr.

Entre besos y quejidos de placer se consolidó lo que tenían planeado.

Quedaron en su lecho improvisado, dormidos luego de amarse plenamente.

El día asomó su cabeza sobre las montañas. Namjoon y Yoongi se habían quedado dormidos en el auto que habían dejado a pocos metros de distancia.

El moreno estiró sus brazos y piernas sobre el asiento del copiloto y quedó paralizado cuando calló en la cuenta de que ya todo tenía que haber ocurrido.

—Despierta Yoongi— agitó el hombro del mencionado que se mantenía a su costado— Jungkook tiene que haberlo hecho ya.

—Tienes razón, ¿qué crees que habrá pasado?

—No tengo ni idea, es mejor que lo veamos con nuestros propios ojos.

Salieron del auto y caminaron con miedo hasta la cueva.

—¿Qué pasó Jungkook?— preguntó Nam desesperado cuando vio al pelinegro en la entrada de la cueva.

El ambiente tenso se podía cortar con tijeras. El rostro de Jungkook estaba inexpresivo, ningún tipo de emoción se percibía en aquellos rasgos de porcelana fría.

—¡Habla de una vez! ¿Tendremos a nuestro Jimin de vuelta?

Los ojos de Namjoon abiertos a tope onservaban a Jungkook buscando la respuesta a su pregunta.

—No— respondió con un hilo de voz.

—¿A..a que te refieres?— dejó caer sus brazos como si estuviera sujetando plomo.

—Nuestro Jimin ya no estará con nosotros.

—¿Qué dices?, ¿porqué? ¿Qué fue lo que ocurrió?— un nudo se alojó en su garganta, no podía respirar.

—Jimin ya no estará con nosotros porque..— tomó una breve respiración— porque él ya no será el mismo.


        "FIN DE LA PRIMERA PARTE"

Bueno mis niñas, llegamos al final del primer libro. Espero que les haya gustado. Como escribí esta parte con mucha prisa esta historia será editada nuevamente, eso quiere decir que agregaré cosas para tratar de mejorarla, no será ahora, un poco más adelante tal vez. El próximo libro se llamará Contagio. Lo comenzaré a publicar cuando haya terminado algunas de mis otras historias. Besos.

Mutación [Libro1. Saga Agente Biológico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora