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Había dejado por accidente mi diario en tu casa, gran error mío, pues todos mis sentimientos hacia ti fueron descaradamente leídos; cuando me escribiste diciendo que teníamos que hablar, sentía que el cielo caía sobre mí, me estaba preparando para que te alejaras de mí al ahora saber todo lo que realmente sentía por ti,  pero nada de lo que había expectado llegó, cuando llegué a tu casa, no hubo palabras, solo me besaste...

¿Por qué me besaste?

No soy ni la mitad de lindo que él, no soy yo quien en ti causa tan bellas emociones, no soy yo por quién suspiras a la hora de almuerzo, no soy él...

Pero aún sabiendo eso no pude evitar sentirme feliz por aquello, habías "correspondido" a mis inocentes sentimientos

𝗛𝗲𝗮𝘁𝗵𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora