24.- 𝙱𝚎𝚜𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚏𝚛𝚎𝚗𝚝𝚎

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Au: Omegaverse.
Apariencia: Karmaland.

Continuación de "Confesión borracha".

Arrugó su entrecejo cuando sintió como la luz del sol le pegaba en el rostro y luego se quejo al sentir punzadas en su cabeza por lo que se llevó su mano a ella para sobarla, se dió la vuelta dándole la espalda a la ventana y suspiro aún sin abrir...

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Arrugó su entrecejo cuando sintió como la luz del sol le pegaba en el rostro y luego se quejo al sentir punzadas en su cabeza por lo que se llevó su mano a ella para sobarla, se dió la vuelta dándole la espalda a la ventana y suspiro aún sin abrir sus ojos.

Se relajaba poco a poco otra vez, tal vez volvería a dormir y no le molestaba, ese día lo tenía libre así que no tenía ninguna cosa que lo levantará... Hasta que recordó lo que había pasado la noche anterior.

Desde que llegó al bar hasta todas las copas que había bebido e incluso... Que Rubén lo había llevado a su casa, lo malo es que no recordaba nada más después de que llegaran a la puerta de hasta abajo en sus terrenos.

Abrió los ojos de golpe a la vez que se sentaba rápido sobre su cama, se arrepintió de inmediato cuando sintió más punzadas en su cabeza de cuando había despertado.

—Veg, ¿Ya despertaste?— se escuchó del otro lado de la puerta.

«Mierda, sigue aquí.»

Se estaba poniendo nervioso, no quería enfrentarse a él, no ahora, así que se volvió a acostar dándole la espalda ahora a la puerta y se hizo el dormido, justo a tiempo de cuando escucho la puerta abrirse.

—¿Vegetta?— volvió a hablar el castaño esperando una respuesta pero claramente no la obtuvo.

Escucho los pasos lentos del más alto acercándose a la cama y sintió como se quedó justo delante de él, lo más probable es que observándolo.

Sentía como sus latidos se aceleraban, como el ligero aroma a chocolate entraba a sus fosas nasales, como su omega interno quería acercarse más al alfa y obtener aquella embriagante fragancia... Que fuera lo que oliera todos los días.

Arrugó en entrecejo y se giró de nueva cuenta dándole la espalda, escucho como Rubén reía por ello pero no le importo.

Sintió como se sentaba sobre el colchón a sus espaldas y luego como una de sus manos se acercaba a su rostro y quitaba unos cuantos mechones de cabello de ahí; se sintió desfallecer, nunca antes había sentido el tacto tan suave de aquel alfa hacia el... Y era lindo aquello.

—Se que estás despierto Samu, no te hagas— murmuró, el azabache solo suspiro.

—Si lo sabes ¿Porque sigues aquí?... ¿O haces todo esto?— pregunto, tenía miedo de la respuesta pero sabía que tenían que hacerlo...

—Tenemos que hablar y lo sabes— pero tal vez no era necesario hacerlo en ese momento, al menos así creía el de pecas.

—... ¿Es necesario hacerlo ahora?— volvió a preguntar, de verdad sentía pena hacia el mismo, además de que no quería escuchar como era rechazado, al menos no tan pronto de haberse confesado.

—Si, así que por favor siéntate para que hablemos como personas normales ¿Si?— durante todo ese tiempo segura con su mano en el rostro del ojimorado pero ahora acariciando su mejilla, quería que Sam se sintiera seguro de hablar con él.

El más bajo gruñó en respuesta pero hizo caso, se sentó y recargo en la cabecera de la cama pero mantenía su mirada baja, la pena y vergüenza no le permitían mirar a la cara al híbrido delante de él.

—Sam mírame— murmuró ganándose una negación de cabeza de parte del mencionado, suspiro y dejo un beso en su frente para que estuviera tranquilo —Bien... Sabes que me tomo muy de imprevisto aquella confesión, jamás creí que sintieras algo... Así por mi, siempre creí que todos los bobeos que hacíamos eran entre amigos y- — no pudo continuar y que la voz baja del azabache lo había interrumpido.

—Pero no era así, todo lo que yo decía era verdad... — hizo una pausa por si el castaño quería seguir hablando, pero solo recibió silencio —Pero creo que siempre te lo tomaste como juego, y lo entiendo ¿Quien se fijaría en mi?— pocos poco su voz bajaba más y su voz se entrecortaba, sus palabras solo confundieron a Rubén.

—Veg ¿A qué te refieres?— tenía miedo de la respuesta, pero aún así quería oírla, estar seguro de aquello.

—Si... ¿Quien se fijaría en mi? No soy bajito como los demás Omegas, tampoco soy sumiso o delicado, si me lo propongo puedo noquear a un alfa... No soy un Omega normal, soy defectuoso... Normal que prefieras a Nieves que a mí— sus ojos se cristalizaban poco a poco, Rubén solo hizo una mueca —Por que si, se que todo el tiempo que me rechazabas una juntada conmigo, solo tu y yo, era porque preferidas estar con ella. Se que ella es mejor que yo en todos los aspectos Omegas pero... Yo estuve contigo cuando más lo necesitabas, yo te consolaba cuando estabas triste, yo velaba por tu bienestar y felicidad... Y creí que el haber estado contigo en todo momento, al menos me tendrías un poco de aprecio y confianza para decirme que intentaba cortejar a Nieves, porque si, Luzu me dijo que lo estabas intentando... Si supieras como me dolió en la forma tan emocionada en la que me lo contaba— de sus ojos las lágrimas empezaban a brotar, estaba dolido, sentía como su pecho dolía por soltar todo aquello —El como me describió el como la miras, el como la cuidas, el como la proteges y el como sonreías por ella... ¡Me dolía porque yo quería que todo eso sucediera conmigo! Quería que a mí me miraras con cariño, que a mí me cuidaras y protegieran aunque no lo necesitará, el que me dedicaras una sonrisa... Yo solo quería que me amarás— llevo sus manos a su rostro tratando de apaciguar su llanto el cual había empeorado con cada palabra que decía.

Al alfa le dolía ver al azabache así, y en especial por su culpa, si se hubiera dado cuenta antes tal vez el Omega no estuviera llorando ahora, tal vez no estuviera tan destrozado; un poco preocupado lo abrazo haciendo que se acurrucara en su pecho.

... Tal vez por eso cuando despertó había recibido un mensaje de Nieves diciendo que ya no quería ser cortejada y que lo intentará con Samuel, que no fuera un bobo y enmendara el error de haberlo dejado de lado por ella independientemente si le gustaba el azabache o no.

Solo que arreglara las cosas con él, y eso haría.

Solo que arreglara las cosas con él, y eso haría

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Palabras: 1058.

Eh... Estoy llorando por algo que yo misma escribí? Asies, no estoy bien chicos.

Les juro que ni siquiera tenía pensado hacer una continuación de ese día pero agradezco que se me haya ocurrido hacerlo de verdad AAA

Sin otra cosa por decir, denle ⭐ y comenten que yo los leeré.

Los quiero.
Chau~💜

#Rubegetta Month 2021 (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora