Tú eres tan malditamente especial.
Pero yo soy un desgraciado.
Soy un bicho raro.
¿Qué diablos estoy haciendo aquí?
No pertenezco aquí...
Radiohead - Creep
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Jaemin no quería un niñero. Tenía veinte años, por Dios, ¿para qué iba a necesitar uno?
Pero eso era exactamente lo que su madre proponía con la presencia de aquel extraño en casa.
—Este es mi hijo, Jaemin —lo presentó su madre con voz cantarina, empujándolo por el hombro para que despabilara y se acercara al recién llegado—. Espero que se acoplen pronto.
El tipo enviado por el ministerio de magia, que había viajado en avión desde la otra punta del mundo por más de diez horas y que llevaba una sonrisa burlesca en la boca, dejó la maleta en el suelo y se quitó su guante de cuero para estirar la mano hacia su dirección.
—Un placer, Jaemin, mi nombre es Lee Jeno.
Y desde ese momento, a escasos diez segundos de su llegada, Jaemin lo odió.
En realidad, era un odio apresurado y precipitado. Lee Jeno apenas había pronunciado un puñado de palabras y extendido su mano, pero Jaemin ya odiaba su confianza, la forma en la que lo miraba e incluso la forma en la que venía vestido; con unos pantalones negros decorados con cadenas, chaqueta de mezclilla y camiseta blanca. Se veía demasiado moderno para ser el guardián de 119 años que su madre le prometió se encargaría de sus lecciones.
A pesar de sus conclusiones, decidió concederle a Lee Jeno el beneficio de la duda. Extendió la mano y se la entregó cordialmente para estrechar sus huesudos y largos dedos entre los suyos. Estaban cubiertos de anillos de plata.
—Un placer, yo soy Na Jaemin.
—Pero qué formales son los jóvenes de hoy en día —reclamó su padre desde la cocina. Traía una bandeja con jugo de albaricoque recién hecho y un mandil en que se leía "el cocinero más sexy". Su madre se lo había obsequiado antes de casarse y todavía lo conservaba. Jaemin intentó quemarlo desde que tuvo edad suficiente para saber lo que significaba—. Y yo que me comía la cabeza pensando que me iban a dar problemas.
Técnicamente, aunque luciera como uno, Jeno no era un adolescente. Cuando Jaemin era niño su madre le explicó que la edad de los cambiaformas era distinta a la de los humanos. Los años pasaban en un parpadeo a comparación. De ahí que su madre no se deshiciera de su apariencia de treinta años a pesar de tener cincuenta.
El recién llegado aceptó gustoso el jugo que su padre le ofrecía. Eso también le molestó, parecía demasiado cómodo con la idea de pasar el próximo año conviviendo con "humanos".
—Espero que no —coincidió Jeno, dándole una fugaz mirada debajo de sus espesas pestañas negras—. Nos portaremos bien.
Ya veremos, Jaemin pensó.
Pasaron el resto de la tarde hablando sobre su viaje y su vida en Inglaterra. Jeno trabajaba para el ministerio y también como profesor en la escuela de Artes Mágicas. Se había graduado 50 años atrás y odiaba viajar en avión, porque las turbulencias lo ponían nervioso. Le encantaba el clima húmedo y sombrío de su país y detestaba los días calurosos, como el que recibió en Corea.
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Savior |NoMin
FanfictionJaemin no quería un niñero. Tenía veinte años, por Dios, ¿para qué iba a necesitar uno? -Un placer, Jaemin, mi nombre es Lee Jeno. Y desde ese momento, a escasos diez segundos de su llegada, Jaemin lo odió. ♥️ Todos los derechos de autor están debid...