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Leopold abrió los ojos al notar el Sol bañando su rostro. Estaba tumbado en una cama, pero no reconoció el techo sobre su cabeza. Ni las mantas, ni el cuarto. Definitivamente no estaba en casa.

Miró debajo de las mantas y contempló como solo tenía la ropa interior puesta. Cada vez más interrogantes se acumulaban en su mente. ¿Qué mierda había pasado? Intentó levantarse, pero un dolor punzante le obligó a tumbarse de nuevo.

Cada vez estaba más confundido, y justo en ese momento entró a la habitación un chico. Tenía el pelo de un rubio más oscuro que el suyo, y los ojos de un hermoso azul marino. Su rostro estaba lleno de pecas. Leopold se estremeció. ¿Quién era ese tipo?

-¿Dormiste bien?- preguntó aquel chico. Leopold asintió, algo extrañado. Ese extraño le escamaba levemente, pero (o eso suponía) había dormido en su casa. Aún algo cauteloso, habló.

-S-sí. Perdona, pero, ¿quién eres?- logró formular esta pregunta y esperó pacientemente a que el contrario contestase. Pero este, en vez de articular palabra, comenzó a reír a carcajadas. Eso no se lo esperaba, ¿había adoptado un tono gracioso sin querer? Le miró, analizando su rostro y ropa. Vestía una camiseta blanca y raída con una frase obscena, una camisa a cuadros rojos atada a la cintura, unos pantalones de deporte negros y deportivas naranjas.

Su cabello estaba alborotado y llevaba el flequillo recogido en una pequeña coleta en la parte de atrás de la cabeza. Bajo sus ojos se notaba la presencia de pequeñas ojeras. Olía a tabaco y le faltaba uno de los caninos superiores. Poseía unos piercings en su oreja izquierda y uno en la derecha. El inicio de un tatuaje que podía verse en el lateral de su cuello, escondiendo el resto en el interior de la camisa. Estaba bastante delgado y debía medir lo menos 1'85.

Al sentirse observado, dejó de reír para dar paso a una sonrisa afable, acto que calmó levemente la ansiedad del menor.

-Fuimos juntos a la primaria, mi nombre es Kenneth McCormick, pero me conocen como Kenny.

-¿Kenny? ¿De verdad eres tú?

-Hasta donde yo sé, si. Aunque a lo mejor he sido suplantado por un alien.

Leopold le dedicó una amplia sonrisa. ¡Kenny! Seguro que anoche había pasado algo y el solo le había ayudado.

-¿Qué tal estás de lo de anoche? ¿Te duele mucho?- preguntó el mayor. Leopold le miró extrañado, ¿cómo sabía Kenny que algo le dolía?

-Me duele la parte baja de la espalda...

-Ah, perdón por eso.

-¿Porqué pides perdón? No es tu culpa.

-¿Eh? ¿No lo recuerdas?

-Si te refieres a anoche, nop. No recuerdo nada en lo absoluto.

Kenny apartó la mirada del pequeño, visiblemente avergonzado.

-¿Hice algo malo anoche, Kenny?

-¡No, para nada! Solo te vi muy bebido en la calle, unos matones estaban intentando quitarte el dinero que te quedaba. Te saqué de ahí. Supongo que el dolor es por eso...

Kenny le sonrió, esta vez transmitía un aura de tranquilidad que hizo que Leopold se calmase. El más alto le entregó su ropa, la cual había lavado. Después de esto, desayunaron juntos. Al parecer, Kenny y el asistían a la misma universidad, pero no se habían cruzado aún. Stotch estudiaba una carrera de pedagogía, mientras que McCormick había optado por la fotografía.

El menor se enteró de que la mayoría de sus ex-compañeros de primaria asistían a aquella universidad. Stotch, al terminar la primaria, había vuelto a Hawái debido al estado de salud de un familiar. Al empezar el curso allí, decidieron que terminase la ESO y bachillerato allí. Había vuelto a South Park hacía apenas 2 meses, lo justo para matricularse y adaptarse un poco al ambiente.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2023 ⏰

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«𝙿𝚞𝚝𝚒𝚌𝚕𝚞𝚋» ;; [Bunny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora