✎ : ❝ Jung Hoseok es un trabajador social dedicado a los niños que sufrieron la misma suerte que él: el abandono y la desesperanza. Su pasado es un lienzo roto y mal pintado desde donde una mínima pieza deja de encajar para desmoronar todos sus anh...
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—No creo que pueda —responde Hoseok, apoyado en su balcón, mirando al mar en la lejanía como tanto le gusta hacer. El frío le cala los huesos, pero se encuentra demasiado a gusto como para entrar.
Namjoon ha llamado por quinta vez durante este día para hacerle una pregunta importante. Él en lugar de aceptar, se siente un poco acomplejado por tomarse un par de días del trabajo e irse a Erila a pasar las fiestas con su verdadera familia. Aún debe tanto al hogar. Sumado a que al finalizar diciembre su asistente dirá adiós y tendrá que comenzar a organizar sus tiempos por el trabajo doble. Podría volver a renovar el contrato las veces que quisiera, pero ha desplazado demasiado el proyecto que significa un beneficio para los niños. Necesita ese dinero.
—Piénsalo bien..., mamá te extraña y quiere verte. Ya sabes que no puede viajar, por eso te estamos invitando. Tal vez podrías tomar tus vacaciones.
—No hay cupo, la mitad del centro las ha tomado para estar con sus familias las dos semanas de las fiestas.
—Ash, yo sabía que tenía que decirte antes. —Abulta los labios, aunque Hoseok no está mirando la pantalla—. Hobi, anda... piénsalo bien. Te extrañamos mucho. No vas a pasar las fiestas tú solo en ese apartamento frío, lejos de tu familia, o trabajando, ¿eso quieres?
—Manipulador —masculla, sintiendo la culpa en su pecho.
—Le diré a mamá que ya no nos amas.
—Eres un idiota. —Sonríe, volviendo la mirada a la pantalla y negando con su cabeza—. Voy a pensarlo esta semana. Dame hasta el viernes y te aviso, ¿sí?
Namjoon mueve su cabeza en asentimiento, con una enorme sonrisa en su rostro, de esas que empequeñecen sus ojos y le hacen ver lindo.
—¿Qué tal todo con tu chico?
—Maravilloso. Estoy muy feliz. Él es genial.
—Me alegro, Nam. Mereces a alguien que te trate como lo que eres.
—¿Qué soy? —Alza ambas cejas con curiosidad.
Hoseok jamás le habla así a Namjoon, y hasta él mismo se sorprende por lo que está a punto de decir.
—Un rey.
—¿Qué mosco te picó? ¿Hola? ¿Hablo con Jung Hoseok o me pusieron un clon bueno?
—Ya, no te vuelvo a decir nada. —Blanquea los ojos y vuelve a mirar el mar—. Imbécil.
—Ah, no, sigues siendo tú. Tranquilo, de las dos formas me gustas igual.
Hay un instante de silencio. Hoseok ha estado hablando todo este tiempo por vídeo llamada y con el altavoz aun sabiendo que Yoongi podría aparecer en su balcón en cualquier momento. No sabe por qué, pero le aterra que escuchase la invitación de Namjoon para irse a Erila durante dos semanas.
