Changbin
Izquierda. Derecha. Centro. Izquierda. Derecha. Centro.
Llevaba un buen rato golpeando el saco de boxeo para tratar de dejar la mente en blanco. Los nudillos empezaban a dolerme por la fuerza ejercida, aunque los tuviera cubiertos con los vendajes. Sentía que si seguía dándole al saco con esta intensidad terminaría haciéndole un agujero y de seguro a mis padres no les haría ninguna gracia tener que comprarme uno nuevo.
Y, es que, por más que tratara de alejar cualquier tipo de pensamiento de mi cabeza, no podía dejar de rememorar lo que sucedió ayer en la discoteca.
June bailando tan cerca de mí y su olor a frutos silvestres colándose en mis fosas nasales. Había sido demasiado para Nilak. Ni siquiera tenía seguro que mi celo tuviera que venir ya, pero Nilak si parecía haberlo sabido. Recuerdo que me aferré a las caderas de June y luego mi lobo tomó posesión de mí.
Su olor era tan delicioso que mi cara fue inclinándose poco a poco hasta su cuello. Inspiré con más fuerza y sentí como mi entrepierna palpitaba de deseo. Había sentido los colmillos aflorando en mi boca.
Me alegraba que Minho hubiese aparecido para sacarme de allí porque si June se hubiese dado la vuelta, estaba completamente seguro de que habría visto mis ojos amarillos. Había sentido como Nilak los había activado por consciencia propia, pues podía ver todo a mi alrededor con demasiada claridad, y tuve que alejarme de todo el gentío para tratar de tranquilizar a mi lobo antes de que hiciéramos una tontería frente a tanta gente.
No surtió demasiado efecto y, tras avisar a los chicos de lo que me ocurría, salí corriendo de la discoteca en dirección a mi casa, que no se encontraba lejos de la discoteca. Estar en un lugar cerrado, rodeado de tantos olores diferentes, mientras estábamos en la época de celo no era una buena idea. Casi no podíamos controlarnos a nosotros mismos y no quería tener que cargar con la muerte de alguien en mi cabeza.
Pero lo que sobre todo quería alejar de mi cabeza era que casi había mordido a mi amiga. No podría haberme perdonado si le hubiese hecho daño.
Ningún humano podía resistir nuestra mordida.
Nuestros colmillos inyectaban una especie de veneno en su sistema que no podían resistir y terminaba matándolos en menos de un minuto.
Pegué un puñetazo mucho más fuerte contra el saco, provocando que se sacudiera con violencia.
Era mejor que me mantuviera en el sótano, atizando este saco hasta que mi celo pasase. Si volvía a oler el aroma de June antes de que terminara esta tortura iba a volverme completamente loco. Solo de volver a pensar en su dulce olor a frutos silvestres mi miembro se sacudió dentro de mis pantalones de algodón, pidiendo un poco de atención (la misma que le di anoche cuando volví a casa).
<<Vamos Changbin. Sabes que necesitamos esto>> Nilak abrió nuestra conexión e hizo que perdiera el enfoque.
Me recosté contra la pared del gimnasio, respirando agitadamente, y retiré los vendajes de mis manos.
Cerré los ojos y metí la mano en el interior de mis pantalones. Gemí al sentir lo duro que estaba. Me apreté el miembro tratando de que dejara de palpitar.
Odiaba tener que masturbarme solo. Ese era uno de los motivos por los que durante el celo prefería encerrarme en esta habitación y matarme haciendo ejercicio. Si mi cabeza estaba centrada en el deporte no podía usar la parte lasciva de mi cerebro que me incitaba a pensar en todo lo que le hubiese hecho a June si tan solo hubiésemos estado solos.
Sacudí mi mano arriba y abajo y gruñí de placer. Nilak abrió un repertorio de imagines sucias e indecentes de June en mi cabeza. Su pelo negro encerrado entre mi puño y ella arrodillaba frente a mí en estos momentos. June acariciando la longitud de mi miembro. June usando su lengua para recorrer mi envergadura.
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Caminando entre lobos | Stray Kids | Primera parte
Fanfic"-Porque, princesita, tus amigos son lo mismo que nosotros. Te han tenido engañada durante todos estos años -me susurró tan cerca, que podía sentir su aliento chocando en mi cara-. Y si no nos crees, tu misma podrás descubrirlo ya mismo." ...