¿Como fue?

Él  estaba roto, se sentía vacío en ese rincón de la habitación donde todo estaba destrozado, habían fotos y recuerdos de las personas que más amo, por toda la habitación  y como Él  estaban rotas.

Takemichi  se preguntaba una y otra vez ¿como? ¿Porque? Es que acaso no fue suficiente para ellos, no les alcanzó con que le diera todo de él y aún así lo dejaron botado como si no fuera nada, como si todo lo vivido entre ellos nunca hubiera existido.

El pequeño oji azul estaba destrozado, se podía escuchar a todo volumen salir de su estéreo esa canción tan dolorosa que el cantaba con su voz rota,  como él.

-¿Como fue~ Que me dejaste de amar...? yo aun podía soportar~ tu tanta falta de querer...-  el timbre del rubio sonaba, seguramente  era alguno de sus amigos preguntando porque no había ido a la escuela  durante una semana, o tal vez  era kisaki (su mejor amigo) esperando a que por fin dejara de escuchar aquella canción y se dignara a salir de su casa con él  para comer algo juntos. Decidió bajar a ver quien era, ya que por más enojado y triste que se sintiera sus amigos no tenían la culpa, grave error.

Al abrir la puerta se encontró con aquellos rubios que le rompieron el corazón en pedazos.

-Takemitchy, nosotros queremos hablar contigo- el tatuado hablo primero y antes de que el oji azul pudiera hablar este siguió- se que no deberíamos estar aquí. No después de lo que te hicimos, pero no queremos perder tu amistad, te buscamos toda la semana en la escuela pero nunca fuiste y eso nos preocupo- el rubio de ojos negros trato de tomar la mano de Takemichi, extrañaba su calor aunque no lo quisiera admitir frente a los otros dos.

Takemichi  aparto su mano - exacto no deberían estar aquí, así que se los pido amablemente  vayanse- el rubio canario hablo lo más firme que pudo.
-Mitchy no te hagas de rogar- hablo el rubio más pequeño, entonces fue cuando el hanagaki les cerró la puerta en la cara  no sin antes gritarle que no los quería volver a ver

El oji azul era conocido por  ser una persona tranquila y amable, más no era idiota, no dejaría que volvieran a jugar con él, se decidió a salir, se arreglo más o menos, esperando hasta que los dos rubios se fueran.

Cuando no hubo rastro de los contrarios Takemichi  salió por la puerta principal y la cerró con llave, cuando llegó al parque el cual siempre frecuentaba cuando estaba triste se sentó en aquellas amacas donde conoció al hermano de su mejor amiga, Hinata,  la cual si lo viera ahora lo golpearía por desaparecer  así, aunque seguramente Kisaki la esta deteniendo de ir a buscarlo, porque el de lentes sabe que el oji azul necesita espacio para superar esto a su manera.

-oye-  escucho una voz la cual no conocía a su lado y giro su cabeza que hasta el momento estaba agachada para ver a la persona junto a él - ¿Estas bien? Pareces muerto en vida.- allí fue donde lo conoció,  tenía apariencia de ser extranjero, su piel canela y sus ojos azules junto con una cabellera rubia natural amarrada en un pequeño rodete dejando ver sus tatuajes.
Takemichi  se perdió tanto tiempo analizándolo que el contrario empezó a mover su mano frente a la cara del contrario
-uh?- finalmente salió de su trance- estoy bien. Eso creo, en fin.. ¿cual es tu nombre? El mio es Hanagaki Takemichi- extendio su mano para saludarlo, el contrario lo miro y luego estrecho su mano con la del Hanagaki
-Minami Terano,aunque puedes llamarme South-

Así fue como el Joven Japonés y el Joven Brasileño se conocieron, lo que empezó con una charla amena hasta que el tatuado se fue, no sin antes pedirle su número de teléfono  para mantenerse comunicados se convirtió en una amistad muy cerca, tanto así que sus amigos creían que tenían una relación amorosa.