Kyojuro

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Cuando el sol de la mañana golpeo su rostro Kyojuro quería creer que todo fue un sueño, sin embargo las nuevas flores eran el recordatorio que todo había sido real. Se sorprendió cuando pudo sentarse en su futon.

Akaza había estado con él esa noche, y no solo eso, parecía que ya había estado en su habitación antes. Internamente agradeció que Akaza respetara su deseó de seguir siendo un humano aunque no entendía el porque.

Su padre siempre le dijo que cuando un humano se transformaba en demonio perdía todo su raciocinio, volviéndose un monstruo que comía personas, pero Akaza parecía diferente.
Desde la primera vez que se vieron Akaza actuaba anormal para lo que había visto antes, aunque la hermana del joven Kamado les probó que no todos los demonios eran iguales, era muy diferente un demonio que nunca había matado a nadie a una luna superior. Sobre todo una luna que había escalado tan alto para ser la tercera.

-Buenos días hermano – dijo Senjuro entrando a su habitación, Kyojuro le sonrió.

-Buenos días Senjuro – contesto Kyojuro, viendo como su hermano menor se sentaba al lado de su futon.

-Te vez mejor ahora, te veo con mas energía

-Me siento mejor ahora, Senjuro , debes de agradecer todos los días poder respirar sin sentir dolor- dijo Kyojuro acariciando el cabello de su hermano menor.

Senjuro parecía nervioso moviendo sus manos en el aire.

-¿Te duele respirar?- pregunto Senjuro.

-Ya no, ahora estoy mejor, gracias por preocuparte por mi- dijo Kyojuro dejando el cabello de Senjuro.

- No tienes que hacerlo todo tu solo, si necesitas algo puedes decirme ¿de acuerdo? – dijo Senjuro con un brillo de determinación en su mirada.

-de acuerdo- dijo Kyojuro.

El resto del día fue igual de tranquilo que de costumbre, los pasos de su hermano, las discusiones de Tomioka y Shinobu, el sonido de las cigarras que anunciaban el verano, En un momento escucho a su padre cerca de su habitacion, mas nunca entro, talvez le daría tiempo para recuperarse antes de recordarle el fracaso que fue en el tren. Agradeció que tuviera esa consideración

La noche llego mas rapido de lo que esperaba, cuántos mas dias pasaban, mas recordaba cuanto la casa Rengoku era en su mayoría igual de tranquila que la finca mariposa, solo que sin el olor a medicamentos, sintió una arcada solo de recordar lo amargos que eran los medicamentos que preparaba Shinobu, por mucho era preferible que lo inyectaran a intentar pasarlo.

-¿Tanto te desagrada mi presencia, Kyojuro? – escucho la voz de Akaza en la ventana.

- Aunque no lo creas no siempre pienso en ti Akaza – contesto Kyojuro viendo a su visitante, en sus manos llevaba unas flores moradas.

-lo lamento Kyojuro, pero ahora estas dalias, no son para ti – dijo Akaza haciendo un puchero, caminando hasta sentarse sobre su futon , cuando actuaba de esa forma parecía un niño pequeño.

Además que no tenía motivo de sentirse un poco desilusionado por que Akaza no le trajera flores un día, Akaza podía regalarle flores a quien él quisiera.

-¿Qué significan? – pregunto curioso Kyojuro

-"Gracias" , eso significan – dijo Akaza con una sonrisa

-¿son para alguno de los tuyos?- pregunto Kyojuro, era mas fácil decirlo así que preguntar si era para algún demonio.

- No, es para un anciano que vive en la aldea – contesto Akaza.

Kyojuro sintió como su sangre se helaba, claro que Akaza iría a la aldea, Akaza seguía siendo un demonio, no tenia porque dudarlo, tal vez si gritaba podría alertar a Tomioka , Shinobu y a su padre que Akaza estaba con él.

Al parecer Akaza leyó sus intenciones porque le tapó la boca antes que pudiera hacer otra cosa.

-Antes que grites, no , no me comí a nadie de la aldea- dijo Akaza extrañamente serió, podía mentirle, pero ese no era el estilo de Akaza, decidió creerle, asintió dejándole entender que no gritaría o haría nada.- Tal vez los humanos dejen flores en las tumbas, pero para mi, quiero que se entienda lo que quiero decir

Akaza dejo su boca libre dejándole hablar.

-¿Por qué les agradeces? – pregunto Kyojuro

-Porque aunque eran una familia muy pobre me aceptaron e incluso me obligaron a comer con ellos a la mesa, el anciano no me dejo irme en todo el día y un niño con un nombre extrañamente familiar me hizo jugar con él- dijo Akaza sonriendo un poco – suena extraño, pero me divertí , no sentí ser un extraño en ese hogar.

Kyojuro asintió con la cabeza sabia lo que era ese sentimiento, cada vez que estaba en alguna casa de glicinias tenia la misma sensación. Formar parte de una familia sin que lo fueran realmente.

-Esa es una parte de ser un humano – dijo Kyojuro

-Creó que puedo llegar a entenderte un poco ahora- contesto Akaza viéndolo con nostalgia.

Eso hizo que el corazón de Kyojuro latiera mas rápido, ¿Akaza podía entenderlo?.

El aroma de la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora