Capítulo 1

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Vuelta a clase, un nuevo curso, pero diferentes personas, bueno más o menos. Éramos físicamente las mismas personas, hablando de apariencia, pero no las mismas personas de actitud. Éramos personas totalmente irreconocibles, pero lo que ninguno de nosotros pensaba es lo que pasaría en las primeras semanas. Aquel día del 18 de octubre de 1831, un día tan oscuro, como la noche misma, al profesor le vino entre tanta oscuridad, digamos su rayo de luz. Al día siguiente, en el aula de música, en espera del profesor se escuchaba el barullo de las voces de los alumnos, hasta que se pronunció el silencio debido al crujido de la puerta. Era un ser atroz, el que entraba por la puerta con una carta en la mano o al menos lo que quedaba de ella. Firmada por tinta color rojo oscuro. Al leer la carta los alumnos quedaron atónitos, dado a lo que tenía la carta redactado:

-Hola queridos pecadores, si, soy yo, vuestro amado profesor. Nunca me habéis escuchado pero ahora escucháis con atención. Debido a los muchos pecados de cada uno de vosotros seréis castigados uno por uno, con una muerte lenta y dolorosa, que se prolongará al resto del curso. No hay normas, os podéis defender, pero no sabréis ni un solo movimiento de mi, pero yo sabré todo sobre ustedes. El dolor y el sufrimiento es el mejor juego para mí, pero para ustedes creo que no va a ser tan divertido… Pagareis por cada uno de vuestros pecados, siendo castigados. Ninguno sobrevivirá. Decírselo a alguien más no cambiará nada, sino al revés adelantara vuestro castigo. Después de aclarar varios asuntos, que comience el juego. ¡Ah! y silencio pecadores…

Los alumnos se quedaron perplejos al leer aquella carta escrita aparentemente con sangre humana. Y la casualidad aquel día había faltado un niño, que nadie sabía a qué se debía su ausencia, hasta que una niña de altura media se dio cuenta del remitente en la carta. La cual ponía:

-Fascinante pecadores, os habéis dado cuenta de el primer pecador eliminado. Mirar en el armario de la pared.

Llenos de miedo, abrieron el armario dejando caer un cuerpo mutilado, lleno de sangre, sin ojos. Gritaron de horror al ver aquella “masa” sin brazos. Cuando se atrevieron a mirarlo más de cerca, descubrieron que su hipótesis era cierta, su querido amigo o también su enemigo. Erick, había sido eliminado. Todos se asustaron y lloraron por la pérdida de su compañero, la persona que más sufrió fue su amigo desde la infancia Carlos, le afectó tanto que cayó arrodillado encharcado en lágrimas de sangre. Después de un rato de sollozos y lágrimas sin fin, se levantó, corrió hacia su estuche, donde le esperaban unas tijeras que le harían descansar de su eterno dolor…  Y así fue como poco a poco los pecadores iban pagando por sus pecados, cada vez que los cometen. Al final del curso muchos fueron  los que murieron en aquel aula llamada “el aula de los pecadores” por los alumnos. Con distintos rasgos por ejemplo el de Luna con miles de agujeros hechos, aparentemente con su mayor trauma, una troqueladora. O Marta abierta por muchas zonas del cuerpo y posteriormente cocida por todas sus heridas. Lo único que tenían en común todas sus presas era la boca cosida por el silencio de los pecadores… Cada pecador fue castigado diferente menos los sobrevivientes los cuales eran 5 Manuel, Emilio, Lucía, Julia y Rogelio fueron los únicos que supieron defenderse de los múltiples ataques del profesor. Fueron tanto los ataques que entraron en locura, que le llevo al suicidio o ¿no?. Manuel se suicidó de una manera extraña, los médicos dicen que fue un subidón de azúcar pero no había ni una sola prueba de restos de azúcar. El profesor mandó a cuatro personas que intentaron abusar de Emilio, pero él se defendió y mató a cada uno de los atacantes. Después de aquella experiencia terminó en la locura, haciendo que su padre la metiera en un manicomio donde se ahorcó con la camisa de tela. Y Julia estaba bien, habían pasado cosas peores pero murió entre llamas, al incendiar su casa por un cortocircuito. Los únicos sobrevivientes eran Lucia y Rogelio. A los cuales el profesor extorsiono, ahorcó y desangró hasta la muerte.  Cuando no quedaba ni un solo Pecado, llevo todo los cadáveres a el aula de música dejando en una montaña con una nota en la pizarra que ponía:

-Ya todos los pecadores fueron castigados. Atentamente el profesor

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⏰ Última actualización: Feb 07, 2022 ⏰

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El silencio de lo pecadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora