Alma mía (KaydenXJiwoo)

Capitulo único

"Debe haber sido realmente difícil vivir por tu cuenta en un mundo como ese"

Ah, ¿Cuándo empezó a tener sentimientos de ese tipo?

"Como esperaba de Kayden, es realmente increíble"

¿Cómo es que un mocoso como él pudo haberlo rebajado a un sentimiento tan abrazador nacer desde su pecho y ser tragado por la misma fuerza en que lo miraba? No podía creerlo, ni tampoco quería hacerlo. Siente ser consumido por las llamas del bombeo alocado de su corazón, palpando solamente por la mirada que aquel niño le dirigía, llena de tristeza y melancolía. Sabía lo que estaba pensando, sabía que palabras como "Me hubiera gustado conocer antes al señor Kayden" serian expulsadas de los labios de ese chico si no ponía un alto.

"Kayden..."

Deja de murmurar su nombre de esa manera, por favor. Es realmente difícil tener un sentimiento tan embriagador quemarlo desde adentro y no saber cómo expulsarlo. Nunca antes había sufrido de algo así en su vida, un ser tan poderoso como él ni siquiera tenía que estar 'sufriendo' de esta manera. Se descuido como un idiota y dejo que un mocoso moldeara su corazón a su jodido antojo sin ser consciente de ello.

Era su culpa tener estos sentimientos. Era su culpa porque un sentir así solo lo hacía más débil. Era su maldita culpa que Jiwoo estuviera ahora en cama, con sus brazos inmóviles y su núcleo destrozado.

"Si hubiese sido más fuerte..."

No, Jiwoo. No es porque no fueses fuerte, es porque Kayden es débil. Dejó que un sentimiento tan cegador pusiera de cuerdas la vida de su discípulo y se confió diciendo cosas estúpidas.

"Mientras yo siga aquí, nadie puede hacerle daño".

Fue un reverendo idiota y ahora estaba pagando las consecuencias.

Dejo que su ira y remordimiento lo consumieran por completo. El tan solo ver, escuchar y sentir la energía de Jiwoo mermar poco a poco por las heridas que obtuvo hizo que su enojo creciera a niveles inimaginables que nunca pensó sentir por alguien que no sea él. En su cabeza solo podía estar las lágrimas de Jiwoo por saber que ya no podrá usar su habilidad de nuevo, por creer que sus amigos se alejarían porque ya no era como ellos, de volver a una vida en soledad sin ningún amigo, y, sobre todo, de ya no poder ser nunca más el discípulo de su maestro. ¿Quién se creía ese mocoso al preocuparse por algo así en lugar de su estado? No podía creerlo, ¿el cómo ese tipo se preocupó más por alguien como él que por sí mismo?

En cuanto supo quién fue el culpable del estado de Jiwoo no tardo en acudir al lugar para encargarse personalmente de aquel malnacido. Era claro que, si te metías con el discípulo de alguien, su maestro tomara represalias en contra del atacante; Kayden fue la mejor prueba existencial al eliminar por completo al presidente y casi a toda la organización debajo de él. Ni siquiera lo redujo a cenizas, simplemente lo borro de la existencia. Y, aun así, Kayden no quedo satisfecho por ello, porque Jiwoo no podría volver a ser como era y eso le calaba hasta la puta alma.

Es por ello que, para curar a Jiwoo, debía dar un valor tan grande como el mismo chico para recuperar su núcleo. Kurtein era el mejor y no tardó mucho en hacer tratos, aun si eso significaba enseñar su control de fuerza.

Por Jiwoo, haría lo que fuera, aun si este no se lo pidiese.

— ¿Señor Kayden?

Parpadeo, saliendo del mar de emociones que era su cabeza ante el llamado a su nombre, llevando rápidamente su atención al niño que reposaba en cama. Jiwoo le regalo una sonrisa pequeña, pero podía ver toda la tristeza que el mocoso se estaba tragando solo por no querer preocuparlo. Dejo de recargase sobre la pared para ir hacia el lecho de su menor, sentándose sobre la orilla para estar más cerca de él y poder calmar el disturbio de su mente como la picazón de sus dedos por querer eliminar a la organización que hizo eso. A pesar de haber matado al presidente no podía quedarse quieto; los quería muertos a todos, sea inocente o no.