LONDRES, REINO UNIDO. │ MASEN.
Estábamos a segundos de secuestrar a Hayley. Nigeriano me había dicho que me lo tomara con calma y que era demasiado apresurado secuestrarla tan pronto sabiendo que Clarissa estaba sospechando sobre que a su hija le iba a suceder algo. Pero sinceramente me importaba una mierda si era demasiado apresurado y también si la agente del FBI estaba sospechando.
No habían pasado ni veinticuatro horas de haber llegado de Alemania y ya me encontraba una vez más en mi Jet privado dirigiéndome a mi otro aeródromo donde tenía que llevar a Hayley para sacarla del país una vez que la tenía.
Había armado un plan sencillo y que no necesitaba de mercenarios o de mis hombres para poder realizarlo. Los únicos tres que estábamos al tanto del plan éramos James, Nigeriano y yo.
—¿Está todo listo?— Pregunta Nigeriano sentado en el asiento de mi lado.
Asiento y respondo: —Estoy hablando con James, ella planea ir de compras y luego ir directo hacia la mansión porque solo para eso la dejó Clarissa.
Gruño sintiendo como la ira comienza a subir por mi cuerpo, parecía una puta prisionera con las órdenes que la madre la obligaba a cumplir, pero eso acabaría en una hora cuando la tome y no quede rastros de nosotros porque estaremos fuera del país.
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HAYLEY.
Tenía en mente salir de compras luego de unos días aburrida y encerrada en mi habitación por orden de mi mamá. Luego de llegar a casa con Peter esa tarde y que mi madre nos regañara como dos adolescentes, dejó ir a Peter y me ordenó permanecer dentro de mi cuarto custodiada por sus escoltas por unos días.
Hablé con ella sobre lo que había sucedido y al parecer estaba muy estresada por todo lo que estaba sucediendo, ya que no había salido bien la operación de rescate hacia el agente infiltrado y había sido asesinado mucho antes de que ellos llegaran al lugar. Eso lo había oído de uno de los agentes que me custodiaba.
Terminé de arreglar mi cabello y al salir de mi habitación me encontré sin los escoltas. Hoy estaba usando un vestido corto negro de verano junto con mi cartera de Chanel edición miniatura, tenía el cabello suelto y unos tacones de punta fina color negros.
Al salir de mi casa no se encontraba nadie más que los miles de escoltas protegiendo la mansión y nuestra seguridad, caminé hacia el carro donde James ya me esperaba dentro y en el camino saludé con la cabeza a todos los otros hombres que estaban en la puerta.
Al entrar al carro James estaba tecleando algo en su celular y lo dejó sobre sus piernas mientras levantaba su cabeza y me dedicaba una sonrisa.
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Obsesión Desafortunada ©
De TodoBetrayals 1 ✔️ Todo una obsesión desafortunada. Lo que todo comienza con una obsesión termina siendo una locura. Él la acecha como nunca antes lo había hecho y ella solo lo observa. Dos almas gemelas pueden encontrarse sin ser realmente conocidos a...