HOME; Tobias Eaton & Peter Hayes.

Capitulo 4

Pov. Bae

La ceremonia estaba apunto de concluir. Tragué saliva de la manera más ruidosa que pude, los nervios me mataban, estaba seguro que Peter lo sabía, puede que ya no estuviéramos pegados uno al otro pero sabía que aún el tenía ese sexto sentido conmigo. El siempre sabía si algo andaba mal conmigo.

— ¿Por qué tardan tanto? —. Susurro molesto Peter a mi lado mientras golpeaba repetitivamente su punta del pie contra el piso del auditorio.

Solté una risita nerviosa.

— ¿Por qué no mejor te duermes? —. Dije con burla —. Para cuando despiertes yo habré podido marcharme y abandonarte aquí, vago.

Peter me miró mal mientras me empezaba a reír bajito.

— Eres malvado Bae —. Dijo mientras fruncía el ceño —. Verdaderamente maligno.

Seguí riéndome.

— Lo sé, soy de lo peor —. Hice un ademán con la mano restándole importancia.

— Lo eres —. Espetó intentando sonar lo más molesto que pudo —. La verdad no sé a qué le tendré más miedo —. Alzó su brazo cubierto por la chaqueta negra con detalles blancos mientras estiraba sus dedos enumerando sus puntos —. Si a los instructores de Osadía o a ti.

Negó con su cabeza mientras volvía su vista hacia enfrente.

— Espero que sea a mí —. Solté sinceramente. Seguí su vista y me perdí entre las cabezas teñidas de los osados —. Es mucho más fácil hablar conmigo.

Sentí a Peter tensarse.

— Bae, este es nuestro nuevo inicio —. Sentí como se giro tan rápido hacia mi como si hubiera dicho algo malo —. No, no, no. Este es tu nuevo inicio.

Tomo mis manos discretamente aunque nada de eso importara ya. La decisión estaba tomada. Ya ninguno de nuestros padres podía decirnos que hacer.

— Te prometo que haré lo que esté en mis manos para cuidarte —. Dijo con tanta convicción que sentí como un nudo se prolongaba en mi garganta —. Pero esta es tu nueva vida y tienes que vivirla tu solo, es hora de que comiences a tomar tus propias decisiones.

Solté un sollozo tan bajo como el tono de la conversación que estábamos teniendo.

— Lo sé, no sabes la fuerza que me está tomando no ponerme a llorar aquí contigo —. Giró su vista hacia los osados —. Por que estoy seguro que estos chicos nos comerían vivos.

Asentí y trate de calmarme.

— Pero... Estoy agradecido que decidieras venir conmigo —. Me reclinó aún más en su asiento mientras soltaba mis manos y se peinaba su largo pelo hacia atrás —. Sé que no fue por mi... Peor aún así.

— Tranquilo —. Le di un discreto beso en su mejilla. Apenas un ligero roce —. Lo sé.

Puede que ya no estábamos con nuestros padres, pero aún así era extraño para nosotros tener tanto contacto físico en tan poco tiempo.

Iba a contestarme pero el gritó de Marcus indicando que la ceremonia de elección había concluido nos saco de nuestra burbuja.

— Suerte —. Dijo Marcus para luego girarse lentamente y dirigirse a la puerta por dónde yo había entrado.

Me levanté con Peter a mi lado y le di una última mirada a mis padres.
Tal como lo supuse, estaban en shock por verme con Peter. Intente no sonreír ante eso y levante mi mano en su dirección mientras la giraba suavemente de un lado a otro. Este era el adiós.