Capítulo 4.

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Día 3: algo aromático.

Un nuevo día dentro del cortejo de nuestros protagonistas, pero primero digamos como estaban tomando el recibir los regalos y el cortejo Remus y Severus.

Remus estaba bastante sorprendido de todo lo que estaba recibiendo, quien se lo estaba enviando realmente lo debía conocer bastante bien, pues todo parecía que lo mandaban especialmente pensando en el, al menos el estaba seguro de saber dos cosas sobre la persona que lo estaba mandando, primera era un sangre pura, pues esa tradición era solo de ese tipo de familias, y segundo era un chico, pues en el regalo del primer día había hecho toda la historia entre dos chicos.
Severus, era sin embargo otro caso, el realmente había pensado(aún lo creía) que era una broma, porque según su opinión nadie era capaz de llegar a sentir algo por alguien como el, pues según el no tenía nada de especial como para llegar a gustarle a alguien.

Mientras tanto Sirius y Lucius a pesar de haber limado (hasta cierto punto) las asperezas, aún mantenían un poco de diferencias, y eso solo había incrementado cuando a los merodeadores se les había ocurrido llevar a cabo otra de sus bromas hacia Severus, sin embargo esta vez había pasado el límite, pues quizás sin saberlo le habían dicho bastantes cosas feas sobre el que el creía bastante, por lo que en cuanto había estado en la seguridad de su cuarto había comenzado a llorar.
De ahí salió la idea de Lucius para su siguiente obsequio, le regalaría una vela que diera los olores de acuerdo a las emociones de la persona, por lo que ese día se había visto a Lucius con la camisa arremangada mientras los elfos lo enseñaban a realizar una vela; afortunadamente logró hacer una bastante aceptable con la forma de un corazón, por lo que solo la envolvió y se la entregó a los elfos para que la colocaran en la cama de Severus.
Sirius mientras tanto no estaba seguro de que podía darle, pues realmente no tenía idea, y eso mismo lo había llevado a la situación en la que se encontraba en esos momentos, comprando los libros favoritos de Remus, y unas flores a las que les aplico un hechizo para que fueran eternas y todo el tiempo desprendieran un olor agradable para el dueño; y al igual que Lucius se lo entregó a uno de los elfos para que lo dejaran en la cama de Remus.

Esa misma tarde se podía ver a Lucius y Sirius bastante nerviosos, pues temían que su regalo no fuera del agrado de Severus y Remus; afortunadamente ninguno de los dos logró entrar en crisis, pues una vez que tenían Severus y Remus sus obsequios, reaccionaron bastante bien.

Por un lado Remus, no podía estar más sorprendido y feliz, pues no podía creer que alguien le estuviera dando un regalo como ese, y no podía esperar a conocer a esa persona misteriosa.

Mientras tanto Severus estaba tomándolo un poco diferente, pues aun mantenía bastante su inseguridad y duda sobre que se tratara de una broma, por lo que no quería admitir que esperaba con ansias el siguiente obsequio y lograr conocer a quien le entregaba los regalos.

Eso mismo había generado que en cuanto habían visto sus regalos, tanto Sirius como Lucius habían huido, afortunadamente para ambos fueron lo suficientemente discretos para evitar levantar sospechas y comenzaron a preparar el siguiente obsequio.



Nuevo capitulo!!!!

Realmente se que se supone que lo iba a subir en febrero, pero me quede sin ideas y no se me ocurrió como seguirla.

Además de que estoy con lo de mi examen de la universidad, cosa que espero lograr pasar.

Voy a tratar de actualizar lo más pronto posible, y aprovechar que solo me falta la semana que viene y me toca descansar dos semanas.

Los invito a leer mis otras historias.

Los quiero.

No se olviden de votar y comentar.

Me despido.

Cortejo. Wolfstar y Snucius.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora