You Right | Ran, Rindou y Sanzu.

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Tw: Estrés postraumático, torturas y secuestro.

𝑯𝒂𝒄𝒆 𝒔𝒆𝒊𝒔 𝒂𝒏̃𝒐𝒔.

[𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓]

T/n antes de unirse a Bonten era una chica con futuro prometedor en la fotografía, vivía junto a su pareja Keisuke Baji desde que entró a la universidad y la Toman se había disuelto.

Cuando tienes claras tus metas no te preocupas por la gente que te mira y piensas que alucinas cuando sientes que alguien te sigue, estaba tan enamorada de su pareja que ni siquiera notó a tres personas que recurrían los mismos lugares que ella.

Un día normal en casa mientras Baji trabajaba, escuchó que la puerta se abrió y corrió a recibirlo.

Pero al entrar a la sala vio una cara similar que solo le traía malos recuerdos.

—¿Qué haces aquí? —pregunta ella tratando de buscar algo con que defenderse.

—No podía dejar que siguieras avanzando sin mí... Anda, vámonos —repetía él—. No quiero obligarte.

Ella negaba sintiendo su corazón latir con fuerza, el temblor de sus manos recorrió sus pies, en ese preciso momento sus visiones regresaron rápidamente a ella, estaba Rindou extendiendo su mano hacia ella con sus guantes blancos puestos.

—Largo. —ordenó retrocediendo.

Rindou gira los ojos sacando un revolver pequeño de la bolsa de su saco, su cabello seguía siendo rubio con rayos color azul, en su rostro podía ver ojeras grandes y su cuerpo era más grande que la última vez que se enfrentaron.

—Elige, por las buenas o por las malas, linda—pide Rindou apuntando a la chica.

T/n en el momento que vio la pistola tomó la lámpara de la mesa de luz aventándola al chico quien logró esquivarla pero perdió a de vista a la chica.

Ella logró correr fuera de la casa, yendo lejos del lugar en dirección a buscar a Baji en su trabajo.

Corría desesperada por las calles de la ciudad, mirando hacia atrás para asegurarse que nadie más la siguiera.

Había dejado atrás su teléfono y no había manera de que pudiera comunicarse con alguien.

Llegó primero al edificio donde residía Draken, estaba en el lobby platicando con alguien desconocido y ella estaba dispuesta a cruzar la calle para estar a salvo.

Excepto de un carro elegante de color azul se detuvo justo frente de ella, de los asientos traseros salió una segunda cara conocida con un cubrebocas negro.

—Hola de nuevo —saluda él poniendo una esposa en la muñeca de la chica.

—¡DRAKEN! —grita ella lo más fuerte que puede, pero el gentío en la calle hace que sea imposible que él escuche con claridad.

Sanzu jala su cuerpo por completo dentro del auto viendo que delante están los Haitani expectantes.

Comienza a patalear y golpear a Sanzu quien solo resiste el dolor antes de terminar de sacar una jeringa.

El auto azul comienza a avanzar con velocidad impidiendo que ella salte del auto en movimiento.

Sanzu termina de poner el líquido adormecedor dentro de ella provocando que pierda su fuerza para seguir luchando y con miedo de que podría pasar.

Recordaba a su pequeño gato que la había estado acompañando estos días, recordó a su novio que probablemente se pondría histérico en cuánto no la encontrara al llegar.