Violación autorizada ↨ l.s ↨ OS.

Violación autorizada.

Esa mañana no era normal. Louis se sentía más raro de lo común. Le dolía la mayor parte del cuerpo y muy difícilmente pudo sentarse en la cama. No recordaba nada de la noche anterior.

Su último recuerdo fue él entrando a un bar, en busca de olvidarse del dolor que le proporcionó la ruptura con su -ahora- ex novia, Eleanor.

-¡Oye! -gritó el ya ebrio chico de pelo castaño.- ¡Dame otra copa! - volvió a gritar.

-Amigo, creo que ya es suficiente. - le respondió el barman, un chico de ojos verde esmeralda.

-¡Tú no me dices que hacer!

-Te ves mal...muy mal.

-Dile eso a la que me dejó por cumplir su sueño de modelar fuera del país.

-¿Solo por eso te dejo?.- le preguntó con cierto interés por saber más de la vida del chico ebrio que le seguía pidiendo más copas.

-Algo así...-suspiró.- En realidad, digo eso para auto convencerme de que terminó conmigo por que según ella "descubrió que amaba más a su mejor amigo".- respondió con una lagrima que recorrió desde su ojo color cielo hasta su cuello.

-Outch, seguramente ella no te merecía. No vale la pena llorar por alguien así.

-Tú no sabes nada, y-yo la amaba.

-Disculpa, pero según mi opinión, ella ya es parte del pasado...encárgate del futuro.

-Mi futuro no vale nada sin ella.

-Mhm, no seas negativo...disculpa...¿cual es tu nombre?.

-Louis...

-Bueno Louis... yo digo que sigas adelante, y pronto encontrarás a alguien que de verdad merezca tu corazón.

-¿Alguien como tú?.

-¿Yo?...¡Dios!...no me conoces.- Dice el de ojos verdes apenado.

-Pareces buena persona...- respondió el chico acercándose al oji-verde por encima de la barra.

-Todo el mundo a primera vista parece buena persona. No te confíes de mi, amigo.

-Si tu lo dices...- respondió despreocupado Louis, volviendo su mirada a la pista de baile. - No debí beber mucho ¡Diablos!.- gritó el chico mientras se levantaba para correr al baño. Aún tenía cierto sentido común que lo guiara al baño de hombres.

Una vez descargado todo el liquido en su interior, volvió a la barra, al mismo lugar donde estaba antes. El chico con el que antes conversó lo miraba con cierto brillo en los ojos y una sonrisa en los labios que nadie le podría quitar.